En pie de guerra.- Los motoconchistas se han declarado, literalmente, en pie de guerra contra los abusos de los agentes de Amet, que ahora les están exigiendo lo que debieron exigirles hace mucho tiempo: que cumplan con la ley de tránsito, que en su caso empieza por llevar de manera permanente el casco protector. Decenas de motoconchistas se enfrentaron este viernes a tiros y pedradas con agentes policiales en La Caleta, pero también protagonizaron incidentes violentos y quema de neumáticos en Boca Chica, Los Alcarrizos y Santo Domingo, trastornando el libre flujo del tránsito, alterando la paz ciudadana y destruyendo propiedad pública y privada. Y es ahí, precisamente, donde radica su mayor fortaleza; en su capacidad de chantajear o intimidar al gobierno mediante la protesta violenta. No hay que descartar, conocida la mala fama de los agentes de AMET, que se hayan cometido excesos, pero no debe permitirse que los motoconchistas o las asociaciones de malhechores que ahora se hacen llamar sindicatos impongan su voluntad, que no es otra que hacer que en nuestras calles reine el caos y el más absoluto irrespeto a la ley.
Guerra avisada.- Quienes se dedican a cometer asaltos a punta de pistola (modalidad delictiva que amenaza convertirse en la nueva pesadilla de los habitantes de esta insegura y peligrosa ciudad) los autobuses de pasajeros que cubren la ruta 29, desde la avenida Independencia hasta la Nicolás de Ovando con Albert Thomas, le deben estar muy agradecidos al general Nelson Rosario, vocero de la Policía, por haber tenido la amabilidad de avisarles que la institución infiltrará agentes en los autobuses que cubren esa ruta con el propósito de sorprender a los asaltantes con las manos en la masa. Eso los obligará a buscar otros escenarios y otras víctimas, en lo que los infiltrados se cansan de ir de aquí para allá en medio de este infernal calorazo.