Herencia dilapidada.-  Amable Aristy Castro está convencido de la ilegalidad de la decisión tomada por la Comisión Ejecutiva que en la incidentada reunión del pasado domingo escogió la Asamblea de Delegados como método para elegir el candidato  de la organización de cara a las elecciones presidenciales del 2012. Tan convencido está el senador por la provincia La Altagracia de que, “una vez mas”, sus compatriotas lo  engañaron, que amenaza convocar al 33% de los miembros de la Comisión Ejecutiva, tal y como prevén –dice– los estatutos del PRSC, para revocar esa decisión, pues considera inconcebible que se pretenda elegir un candidato presidencial con tan solo 330 personas, “una votación menor que la de muchas juntas de vecinos para escoger a su directiva”.

En los mentideros políticos y periodísticos se especula que el trasfondo de esa confrontación, que vuelve a colocar al partido del afónico gallo colorao en trance de una nueva crisis divisionista, va más allá de la disputa de la candidatura presidencial que hoy ocupa la atención pública y que lo que realmente está en juego es con quién se aliarán los reformistas en las próximas elecciones, y ya hay quien acusa al ex presidente  Hipólito Mejía, candidato presidencial del Partido Revolucionario Dominicano,  de estar atizando las contradicciones  entre Amable Aristy Castro y Carlos Morales Troncoso para pescar en río  revuelto. Son muy malas noticias para el PRSC, sobre todo para su menguada y desmotivada militancia,  que sigue contemplando impotente, sin voz ni voto para influir  en las  grandes decisiones  de la organización, cómo su dirigencia ha dilapidado, hasta virtualmente hacerla desaparecer, la  herencia más valiosa que les ha legado  el doctor Joaquín Balaguer.