Qué se dice

Qué se dice

Preguntas sin respuestas.- ¿Existe alguna relación entre el desmantelamiento de la Oficina Nacional de Desarrrolllo Humano del Programa de las Naciones    Unidas para el Desarrollo (PNUD) y  sus recurrentes críticas a   las políticas sociales y de erradicación de la pobreza de este gobierno, sobre todo al programa Solidaridad con el que tan identificada está la señora Valerie Julliand, representante residente del PNUD en República Dominicana?

¿Hay alguna intención política oculta tras la decisión de paralizar  los informes provinciales de desarrollo humano y evitar así  que  se siga aireando la difícil situación que viven las comunidades en el interior del país? ¿Qué pasará con los trabajos de investigación que desde hace dos años se vienen realizando en nueve provincias del país? ¿Será que no se desea que se conozcan todos los “macos”  que existen en todo el territorio nacional en materia económica, social y de medio ambiente, ni que la gente haga conciencia de su propia realidad y se “empodere” como  han venido planteando de manera  reiterada los informes de desarrollo humano?

¿Qué tiene de malo que como sociedad aprendamos a estimular el debate público, abierto y plural de nuestros eternos problemas y la forma más adecuada de encararlos? ¿A quién beneficia  silenciar  un proceso de conocimiento profundo de nuestra realidad, sobre todo de los lugares mas apartados e “invisibles” de este pobre y jodido país? ¿Tanto ha molestado  el vergonzoso rezago que exhibe  el país en educación y salud recogido en  el informe de desarrollo humano del 2010?

Son tan solo algunas de las  tantas preguntas que deja en el aire la decisión de la señora Julliand, interrogantes que probablemente se queden sin responder dada su condición –en este caso muy conveniente– de diplomática, pero no evitará que cada quien saque sus propias conclusiones ni que  a partir de este triste episodio adivinemos de  qué lado está la funcionaria y a cuáles intereses sirve.

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