Qué se dice

Qué se dice

Si quienes promovieron, desde el oficialismo cultural, el documento público en el que cientos de intelectuales, artistas, académicos, gestores culturales y trabajadores de la cultura expresan su respaldo a la reelección del presidente Mejía buscaban crear impacto lo han conseguido, pues ya son varios los firmantes que han rechazado, con mal disimulada indignación, que hayan suscrito ese documento o que se les pidiera autorización para incluir sus nombres. El mayor revuelo lo ha creado, empero, el hecho curioso de que haya tantos suscribientes que aparecen dos veces, como es el caso de Amaury Justo Duarte, Rafael Peralta Romero, Carlos Andújar, Tirso Mejía Ricart y Pastor de Moya, entre otros no tan sonoros ni conocidos. Algunos de los indignados quejosos atribuyen muchas de esas duplicidades al hecho de que se incluyó, para inflar aún mas la lista, la nómina completa de la Secretaría de Cultura, en el entendido -al parecer- de que todo el que devenga un salario en ese ministerio no solo debe poseer algún talento intelectual o artístico sino también ser agradecido con su benefactor.

[b]…Y reburujados[/b]

El problema no es tan sencillo, sin embargo, como para que pueda resolverse con un simple desmentido, pues no todos los que figuran de manera inconsulta en ese documento pueden darse el lujo, por la relevancia de sus cargos o sus vínculos afectivos con sus auspiciadores, de negar que respalden de manera tan abierta y militante las aspiraciones continuistas del presidente Mejía. Es el caso, según se dice, de un escritor, de nombre definitivamente sonoro, que está que echa chispas con quienes se tomaron la libertad de meterlo en ese globo, o el de la directora de museo a la que tampoco le preguntaron si quería figurar en un documento tan comprometedor. )Se atreverán a negar, públicamente, que lo firmaron? Eso está por verse. Mientras tanto el actor y director de teatro Jhonny Mercedes quiere que se sepa que tampoco firmó, tal y como aclaró personalmente en visita a la redacción de este diario, al igual que la renombrada pintora Ada Balcácer. )Quién será el próximo?

[b]Encadenados[/b]

Tal vez lo malo no sea que se pretenda dar marcha atrás al reloj de la historia con la decisión de regresar a las odiosas y aburridas cadenas electorales, que creíamos felizmente superadas desde 1996, pues al fin y al cabo no sería la primera vez que incurrimos en retrocesos tan penosos. Lo que realmente preocupa, a propósito de esa posibilidad, es que el legítimo derecho que asiste a los medios de comunicación de mantener informada a la población, siempre y cuando se acojan a lo que establece la ley electoral en estos casos, siga mereciendo que se le califique, con tanta facilidad, como «perturbador» de la sagrada paz pública.

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