Qué se dice

Qué se dice

¿Hasta cuándo?.-  Como dicen que el presidente Leonel Fernández está mudo, y probablemente también sordo, utilizo este espacio  para plantearle de manera pública la pregunta, pues por mas gusto que le haya cogido al carguito e independientemente de las veces que consiga reelegirse no siempre será el Señor Presidente de la República pero sí  el amante padre de sus hijos, al igual que Silvestre Ramos, a quien dos agentes policiales   le mataron a su hijo mayor de un balazo en la nuca  el día que celebraba  su 23 cumpleaños y simplemente porque   se negó a detenerse en la zona poco iluminada donde le ordenaron hacerlo. ¿Hasta cuándo una Policía que primero dispara y después pregunta (o que primero apresa y luego dispara; el orden de los factores no altera el fatal resultado) nos seguirá arrebatando vidas jóvenes y valiosas?

La aclaración.-   Era mas que evidente que la opinión pública se tomó como un mal chiste o algo peor  la versión de   que no hay militares ni policías involucrados en una red que operó de manera eficiente durante diez años un negocio tan lucrativo como el narcotráfico, sobre todo porque a  diario (solo abra el periódico) los vemos involucrados en la más variada gama de delitos; secuestros, asaltos, atracos a mano armada, contrabando, falsificación, sicariato, asociación de malhechores y un largo etcétera, lo que explica la profunda desconfianza que inspiran en  la ciudadanía. Por eso ha hecho bien el jefe de la Policía, el mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, en aclarar  que la institución nunca ha descartado su participación  en la banda del hoy prófugo José David Figueroa Agosto. Que esos militares y policías sean finalmente identificados por las autoridades y sometidos a la justicia sin importar sus rangos  o enllavaduras con el poder político  es otra cosa muy distinta, pues  tanto usted como yo, mi querido  lector, estamos conscientes que de ese susto no nos vamos a morir.

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