Qué se dice

Qué se dice

¡Gooool!
Mucha agua ha corrido bajo el puente desde el célebre «Entren tó, co…», que inmortalizó el senador por Monte Plata Ramón Alburquerque, pero no tanto como para que hayamos olvidado los nombres de los protagonistas más destacados de aquellos desagradables episodios, entre ellos el de Amable Aristy Castro. Pero en política, como en tantas cosas en la vida, «nadie sabe para quien trabaja,» tal y como acaban de comprobar el Parido de la Liberación Dominicana y sus principales dirigentes y estrategas, los de entonces y los de ahora, a los que Aristy Castro acaba de anotarle un rotundo gol con el anuncio de una alianza «definitiva» entre reformistas y perredeístas. Tarde es ya para lamentos y recriminaciones, pero también para represalias, pues el palo dao ni Dios lo quita. Desde luego, el que a hierro mata no puede pretender que lo maten a sombrerazos.

De alto riesgo

Y el gobierno cayó finalmente en la tentación de mantener el cobro del recargo cambiario hasta junio del 2006, cuando República Dominicana haría formal ingreso al TLC con Estados Unidos y Centroamérica, empecinado en compensar los recursos que dejará de recibir debido a los recortes que recibió en el Congreso Nacional la reforma tributaria. El anuncio del Secretario Técnico de la Presidencia, Temístocles Montás, provocó el inmediato rechazo del presidente del Senado, Andrés Bautista, y varios de sus colegas, que consideran inaceptable e ilegal que el gobierno consigne en el Presupuesto del año que viene la comisión cambiaria para seguir cobrándola después de la aprobación de la reforma tributaria. Ha sido, sin duda, una decisión de altísimo riesgo, sobre todo en un año electoral como el que ya asoma en el horizonte, pero una vez tomada el gobierno no tiene más remedio que asumir las consecuencias políticas de mantener un impuesto al que se oponen rabiosamente los empresarios y otros sectores económicos, rechazo al que no tardará en sumarse la población cuando empiece a sufrir los rigores de una reforma tributaria que achicará aun mas el famélico presupuesto familiar. Perro que se traga su hueso…

Luces y sombras

Tal y como está la temperatura política en el país nadie le va a creer al canciller Carlos Morales Troncoso que el encuentro celebrado el pasado martes entre dirigentes del Consejo Presidencial Reformista y el Partido Reformista Social Cristiano fue un simple y ameno pasarrato navideño para intercambiar impresiones y buenos deseos, mucho menos si esos «compatriotas» se han declarado ese mismo día en abierta rebeldía contra la alianza rosada, por entender que cercenaría una gran cantidad de liderazgos medios en plena formación y desarrollo. ¿No será que esos disgustados «compatriotas» quieren abandonar el turbio mundo de las sombras para pasarse el bando de los reformistas de la luz? ¿O el asunto es al revés? Habrá que preguntarle, para aclarar la confusión, al presidente Fernández, quien parece conocer la diferencia entre unos y otros según la época y las siempre cambiantes circunstancias.

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