Apurando el paso.- Si es cierto, como dicen, que el ex presidente Hipólito Mejía llevará ante la JCE sus quejas por lo que considera violaciones flagrantes a los estatutos del PRD en el proceso de elección del ingeniero Miguel Vargas Maldonado como presidente de la organización debe darse prisa, pues las cosas están ocurriendo tan rápido en el partido del jacho prendío que los estatutos que hoy se están defendiendo con tanto ardor mañana podrían ser muy distintos, tanto como para permitir lo que antes estaba expresamente prohibido. Desde que Vargas Maldonado anunció sus intenciones de ocupar la presidencia del PRD, como paso previo y necesario para alcanzar la Presidencia de la República, se citó como principal obstáculo a esas pretensiones la prohibición estatutaria que establece que un aspirante a la Primera Magistratura no puede aspirar, también, a ser presidente del PRD, y la respuesta que han dado tanto él como sus asesores y estrategas ha sido siempre la misma: se modifican esos estatutos, y sanseacabó.
¡Así se simple, así de sencillo, así de fácil! Miguel Vargas es ya el presidente del PRD y la anunciada modificación estatutaria, el siguiente paso, ya tiene mas o menos una fecha fija: antes del domingo 19 de junio, o sea cualquier día de estos. Por eso insisto en que el ex presidente debe apurar sus diligencias, sea las que amenaza con encaminar ante el tribunal de comicios como las negociaciones que viene realizando con las fuerzas hoy por hoy dominantes en el perredeísmo, si es que quiere evitar que la Miguelomanía que reina en el PRD se lo lleve de encuentro, dejándolo fuera del globo en la repartidera de cargos en los puestos de dirección y, por vía de consecuencia, sin capacidad de incidir en el futuro inmediato de la organización.