Qué se dice

Qué se dice

Migración
Antes de entrar en consideraciones sobre el grave problema que representa para el país la masiva e incontrolada migración haitiana, puesto nueva vez de manifiesto con los recientes sucesos de Villa Trina, hay que ocuparse de lo más urgente e inmediato: dar con el paradero de los responsables de la muerte de un comerciante dominicano a manos, supuestamente, de un haitiano o un grupo de haitianos, para ponerlos a disposición de la Justicia, al igual que a los que incendiaron, en aparente represalia, más de treinta casuchas (llamarlas viviendas sería, más que una impropiedad, una muestra de cinismo) que albergaban a decenas de labriegos haitianos y sus familias, que huyeron despavoridados hacia las lomas para evitar ser víctimas de la ira vengadora de la turba.

Una vez cumplida esa primaria responsabilidad de parte de las autoridades policiales y militares dominicanas podemos sentarnos a discutir sobre cualquier cosa, inclusive volver a preguntarnos, por enésima vez, porqué hemos sido incapaces de tener una política migratoria en consonancia con las características tan particulares de nuestras relaciones con el país vecino, pero sería una soberana pérdida de tiempo; hace rato que las palabras dejaron de ser la solución a ese complejo problema. Mientras tanto, le habremos ahorrado a nuestros amigos de los organismos internacionales vinculados a los derechos humanos, siempre a nuestro acecho, otro pretexto para exponernos al escarnio internacional.

De elevados, trompetas y flautas

Aunque los vecinos de El Vergel harían bien –por si acaso– en no cantar victoria antes de que se acabe el juego, tal parece que su cerrada oposición a la construcción de un elevado «tipo trompeta» en la intersección de las avenidas 27 de Febrero y Ortega y Gasset, que obligaría a la demolición de varias residencias y negocios de ese sector, ha forzado a la secretaría de Obras Públicas a considerar opciones menos traumáticas a un problema al que ciertamente urge buscarle solución, pero no a un precio tan alto. El ingeniero Freddy Pérez explicó que los técnicos de la cartera que dirige evalúan las propuestas y sugerencias formuladas por los vecinos de El Vergel, y que esos técnicos, a su vez, presentarán mañana otra propuesta que el funcionario espera sea satisfactoria para todo el mundo. Ojalá sea verdad tanta belleza, para que la gente de El Vergel pueda escuchar, en lugar del estridente exabrupto de la trompeta que no los deja dormir desde que se enteraron de las intenciones del gobierno, el relajante y tranquilizador sonido de una flauta dulce.

Alianzas

La lluvia de críticas a las declaraciones del doctor Roberto Rosario censurando la envilecida naturaleza de las alianzas que negocian los distintos partidos políticos ha distraído la atención de otros asuntos igualmente importantes a los que tambien se refirió, a propósito de esos tejemanejes, el juez Rosario, como lo es su recomendación a quienes negocian esos acuerdos para que sean cuidadosos de lo que pactan dada la complejidad de las elecciones del próximo año, a fin de evitar el aluvión de impugnaciones y las consecuentes garatas y perturbaciones que tan bien se les dan a algunos de nuestros partidos. Esa recomendación, curiosamente, le ha venido como anillo al dedo al presidente del Bloque Institucional Socialdemócrata (BIS), José Francisco Peña Guaba, quien la ha utilizado para advertirle a la dirigencia del PLD, partido al que acudió aliado en las pasadas elecciones presidenciales, sobre las negativas consecuencias que podrían traer esas negociaciones, aunque no pueda decirse, ni por asomo, que lo animan las mismas intenciones y preocupaciones que el hoy zarandeado juez de la JCE.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas