¿Por qué la insistencia?-. Tanto ha insistido la Asociación Nacional de Pilotos con su denuncia de que el radar instalado en el aeropuerto de Punta Cana, en Higuey, está presentando problemas, lo que podría ser fuente de un fatal accidente, que su directiva en pleno tuvo que comparecer ayer a la fiscalía de la provincia de Santo Domingo, donde a requerimiento del Instituto Dominicano de Aviación Civil (IDAC) tuvo que presentar las pruebas en las que fundamenta esa denuncia. Sería interesante saber, empero, si el fiscal adjunto que los entrevistó está en capacidad de valorar adecuadamente las pruebas presentadas a su consideración, sobre todo si se trata de documentos de carácter técnico, y qué sucedería si, por ejemplo, esas pruebas convencen a ese fiscal de que ciertamente algo no anda bien con el radar de Punta Cana o si, por el contrario, las desestima por improcedentes y mal fundadas, lo que obligaría a la asociación de pilotos, tal y como ya anunció su presidente Pedro Domínguez, a llevar su denuncia a organismos internacionales.
¿Corresponde al Ministerio Público decir la última palabra en torno a una supuesta avería que, por demás, ha sido negada una y otra vez por los operadores del radar? ¿Cómo determinar quién tiene la razón? ¿Por qué los pilotos insisten tanto con su denuncia? La inquietud que abre paso a todas esas preguntas y muchas otras mas que aún siguen en el aire está mas que justificada cuando se piensa que se trata, por si alguien no se ha dado cuenta todavía, de la terminal aeroportuaria más importante, en términos de movimiento de pasajeros, del país, y de una denuncia con la que se está poniendo en serio cuestionamiento la seguridad de las operaciones de un enclave estratégico de nuestra industria turística, que no pasa, precisamente, por uno de sus mejores momentos, sobre todo después de haberse descubierto que el modelo turístico dominicano es altamente insostenible.