Ver para creer.- No es una casualidad que una vez concluido un proceso electoral en el que la utilización de los recursos públicos en favor Danilo Medina resultó determinante para que este alcanzase la victoria empecemos a escuchar, desde los litorales oficialistas, anuncios y promesas de que la Ley de Partidos será conocida y aprobada en el Congreso Nacional.
Parece una burla, y probablemente lo sea (el cinismo se ha convertido en moneda corriente entre los funcionarios de este gobierno), escuchar esa clase de promesas del Ministro de la Presidencia y delegado ante la Junta Central Electoral César Pina Toribio, pero no hay que ser demasiado severos con un funcionario que solo está tratando de acallar las críticas y cuestionamientos que se han hecho a una situación que, de tan ostensible, no pudo ser ignorada por la miopía de los observadores internacionales, y ni hablar de las dudas que arroja sobre la legitimidad de la victoria del candidato oficialista.
Según Pina Toribio, en el país ya están dadas las condiciones para un mejor debate de esa ley entre las fuerzas políticas y todos los sectores de la sociedad en sentido general, sin los apremios de las campañas electorales. ¡Albricias! ¡Por fin, tras ocho años de gobiernos del PLD, están dadas esas condiciones! No hay ninguna razón, y que perdonen mis lectores la intransigencia de mi escepticismo, para tomarme en serio las declaraciones del Ministro de la Presidencia, pues dudo mucho que el peledeísmo, que ya tiene planes concretos para el 2016 (quien quiera más detalles sobre esos planes que le pregunte directamente al presidente Leonel Fernández), renuncie por su propia voluntad al uso y abuso de unos recursos que le garantizan, como acaba de quedar demostrado en las elecciones del pasado domingo, su continuidad en el poder.