Chivos sin ley.- ”Asambleístas actúan como chivos sin ley”. El titular  de El Nacional de ayer tarde, con el que se quiso describir el comportamiento de los asambleístas que elevaron a 190 el número de diputados a despecho del pacto suscrito entre el ingeniero Miguel Vargas Maldonado y el presidente Leonel Fernández, que acordaron congelar en 178  la matrícula de la Cámara Baja, no puede ser más ilustrativo de lo que ocurrió en la sesión de trabajos de la Asamblea Revisora del pasado miércoles, pero lo cierto y verdadero es que fue mucho peor de ahí.

¿Cómo calificar la decisión de esos mismos asambleístas de rechazar la aprobación de un artículo que los obligaba a rendir cuentas ante sus electores, una vez al año,  de los recursos públicos que manejan? Si así se comportan los legisladores, privilegiados ciudadanos que disfrutan del supremo privilegio de no tener que rendir cuentas a nadie de los cuantiosos recursos públicos que pasan por sus manos, nadie puede acusarme de pesimista si concluyo que por ese camino la democracia dominicana va derechito al despeñadero.

Espaldarazo.-  Parece que no está tan sola, después de todo, la doctora Aura Celeste Fernández, en sus reclamos de una mayor transparencia en el manejo del presupuesto de la JCE, pues ayer mismo, y de manera sorpresiva, el doctor Julio César Castaños Guzmán reconoció que, ciertamente, la “magistrada”  tiene razón al criticar los procedimientos que se utilizan para informar a los miembros del tribunal de elecciones sobre la ejecución presupuestaria, por lo que exhortó a los miembros de la Comisión Presupuestaria del organismo a que afinen mejor  su trabajo para hacerlo más transparente. Es una lástima, empero,  que Aura Celeste no recibiera antes un espaldarazo tan importante, cuando sus cuestionamientos a los manejos poco claros de la Cámara Administrativa la colocaron bajo el fuego cruzado de propios y extraños.