Qué se dice

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Reclamos
Habrá que ver qué le dice el gobierno, que se permitirá el lujo de gastar cerca de trescientos millones de dólares -a ojo de buen cubero- en la construcción de la primera etapa del Metro de Santo Domingo y sus obras conexas, a las organizaciones comunitarias y gremios choferiles que ayer paralizaron el tránsito entre Tenares y San Francisco de Macorís, en demanda de la reparación de la maltrecha carretera que enlaza ambas comunidades.

¿Que no hay dinero? ¿Que esos rescursos serán incluídos en el Presupuesto Nacional del 2006? ¿Que María estaba lavando y se le acabó el jabón? Los promotores de esa huelga, organizaciones representativas de veinte comunidades, explicaron que tomaron la decisión de protestar de esa manera al sentirse burlados por las autoridades, que según ellos hace unos meses les prometieron -por enésima vez- iniciar los trabajos «la próxima semana». Pero en lo que el hacha va y viene el Metro de Diandino prosigue su agitado curso, con el piloto automático puesto, y gasolina ($) suficiente para llegar -derechito y sin arrugas- hasta el prometido paraíso de la modernidad.

Vicio de origen

El doctor Virgilio Bello Rosa, ex Procurador General de la República, insiste en que la poca transparencia que ha rodeado la elaboración de las dichosas encuestas es la manzana de la discordia en el revuelto PRD de estos días, pues el Presidium mantiene como un secreto de Estado datos fundamentales sobre esa medición, como lo serían la firma que la realizó o el tamaño de la muestra utilizada. Bello Rosa asegura que hay otros dirigentes perredeístas, además de Milagros Ortiz Bosch, con razones de peso para oponerse a esa forma de escoger los candidatos que terciarán en las elecciones congresionales y municipales del año próximo, pero que hasta ahora han mantenido silencio ante la opinión pública. Ese silencio, sin embargo, acaba de ser roto por el doctor Rafael Subeví Bonilla, cabeza de un sector importante (¿o habría que seguir hablando de tendencias?) dentro del PRD, al sumarse al coro de críticas, y lo ha hecho de la mano de un argumento en el que parecen coincidir todos los objetores: no se contrató, tal y como se acordó en el Comité Ejecutivo Macional, las firmas extranjeras que habrían de realizar esas encuestas como una forma de garantizar, precisamente, la transparencia y equidad a las que tienen derecho todos los que concurran al proceso. No se cumplió, y no precisamente a causa de un olvido inocente, con ese compromiso solemne, y hoy sobran las razones para poner en entredicho un mecanismo de selección viciado de nulidad desde su origen.

La muestra

Los ingenuos que llegaron a creer que la era de los desórdenes estudiantiles era una etapa superada en la Universidad Autónoma de Santo Domingo pueden considerarse decepcionados, pues ayer volvieron los encapuchados de antaño a tomar sus calles armados de piedras y bombas de estruendo, perturbando la sagrada paz que precisa el conocimiento para crecer y multiplicarse. Lo más triste del caso, empero, es la razón de este nuevo zafarrancho: grupos estudiantiles que se quejan de que la elección del candidato de la Vanguardia Estudiantil Dominicana (VED), Jhon García, no ganó de forma legítima las elecciones de la Federación de Estudiantes Dominicanos (FED). Los perdedores han denunciado, entre otras diabluras, que durante el proceso se repartieron cinco millones de pesos para convencer a los estudiantes de inclinar su voto por uno de los candidatos, pero más inquietante todavía es la denuncia de que el hijo de un alto funcionario de la universidad, quien es dirigente de la VED, se paseaba visiblemente armado por el campus en medio de los comicios, en abierta actitud intimidatoria. Lo que se dice tras bambalinas es que el PLD logró imponerse a la alianza de perredeístas y reformistas, con muy poca fuerza en la UASD, que ahora patalean de tan mala manera. Si la cosa es así entre los estudiantes, preparémonos para lo que nos espera en mayo del próximo año.

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