Buenas intenciones
Según el joven secretario general del Partido Revolucionario Dominicano, Orlando Jorge Mera, las conversaciones y tratativas que sostiene la dirigencia perredeísta con el Partido Reformista Social Cristiano buscan crear un proyecto de nación más allá de las elecciones congresionales y municipales, y más o menos en el mismo tono se expresó el presidente el PRSC, Federico Antún Batlle, cuando condicionó la materialización de cualquier acuerdo electoral con el PRD a la inclusión en ese compromiso de una agenda nacional.

Bellas y grandes palabras, sin duda, que cualquiera quisiera ver traducidas a la realidad, convertidas en una nueva cultura política en la que el bien común, la persecución de los grandes objetivos nacionales dominen las agendas de los que nos gobiernan o aspiran a gobernarnos. Pero desgraciadamente todavía es demasiado largo el trecho que separa el discurso de nuestros políticos de las maravillas que anuncian o prometen, sobre todo en tiempos de zafra electoral como los que discurren, por lo que no hay más remedio que tomar las palabras de Jorge Mera y Antún Batlle como lo que son; una simple declaración de buenas intenciones, muy útiles para levantarse el ánimo o soñar en voz alta con un mundo mejor, pero también para empedrar los engañosos caminos que conducen al infierno.

Malas señales

Muy oportuna la aclaración del fiscal de Santiago, Raúl Martínez, descartando que exista algún conflicto, en el plano institucional, entre el Ministerio Público y la Policía Nacional, aunque reconoció que hay ciertas «discrepancias» entre los fiscales adjuntos y el general de brigada Luis Darío de la Cruz Consuegra, director del Comando Regional del Cibao. Ministerio Público y Policía están llamados a constituir una alianza sólida, sin fisuras, en la lucha frontal contra el delito, por lo que resultan una pésima señal las desavenencias puestas en evidencia con la visita de los fiscales con asiento en la Ciudad Corazón al licenciado Francisco Domínguez Brito, Procurador General de la República, para expresarle sus quejas por la forma en que la Policía aplica el Código Procesal Penal. El general Cruz Consuegra, empero, ha negado que violente los procedimientos del nuevo código pues se considera un oficial respetuoso de la ley, pero ojalá se aclare, cuanto antes, el malentendido, pues si hay algo que no necesita una población como la de Santiago, asediada por una delincuencia que ni duerme ni descansa, es que las autoridades responsables de combatirla se distraigan jalándose las greñas.

Advertencia

Si la dirigencia perredeísta no atiende rápido sus cartones puede ocurrirle, sin mucho apuro, que las cosas se salgan de control tras la realización de la convención para escoger los candidatos a síndicos y diputados en la región Norte, lo que se sumaría a los crecientes cuestionamientos que se formulan a las «encuestas» mediante las cuales se escogieron varios candidatos a senadores. ¿Por qué todavía, a cinco días de su celebración, se ignoran los resultados oficiales de esa convención? La historia suena demasiado familiar como para que no provoque inquietud, como familiares resultan también las denuncias de asaltos a mano armada a centros de votación y el robo de urnas. Para colmo, anda por ahí el doctor Virgilio Bello Rosa, ex Procurador General de la República, con un argumento muy válido y atendible objetando la legalidad de esas «encuestas», que el experimentado jurista considera violatorias de la Ley Electoral y la Constitución de la República. Para que después no digan que no se les advirtió a tiempo.