Qué se dice

Qué se dice

Coincidencias.-  ¿Sabía el diputado peledeísta  Alfonso Crisóstomo, el proponente de la candidatura al Premio Nobel de la Paz del presidente Leonel Fernández, que en el país se celebrará dentro de poco   el Foro por la Paz, un encuentro en el que participarán mas de 30  expertos y diplomáticos  de  varios países  de Medio Oriente para reflexionar desde el confortable esplendor  de Cap Cana sobre el estancado proceso de paz en una de las zonas  más calientes del planeta? La pregunta me pasó por la cabeza pues suelo creer poco en ciertas coincidencias, menos cuando  se producen alrededor del mismo personaje.

Pero sea  una propuesta  calculada  o el azar caprichoso gastándonos una broma, lo cierto es –como decían los viejos de antes– que hay que estar vivo para ver algunas cosas. De la  ocurrencia  del diputado Crisóstomo nos reiremos durante mucho tiempo, pero el Foro por la Paz promovido por la Fundación Global no da precisamente ganas de reír, aunque sí de hacer, al menos, una pregunta. ¿Cuánto cuesta montar un evento así y de dónde salen los recursos para solventarlo? En un gobierno con defensores  tan bien pagados doy por descontado que  se me responderá que se trata de una actividad privada, organizada por una fundación “sin fines de lucro”, y que esos detalles, salvo a sus promotores, no le  interesan a nadie.

Pero  se equivocan medio a medio. En ninguno de los países que suele visitar el mandatario, con cuyos dirigentes comparte de tú a tú, un funcionario público y menos un jefe de Estado  puede mezclar sus actividades oficiales con las de una fundación  que maneja tantos recursos  como la Global sin generar  cuestionamientos. Por supuesto, de ese susto no se va a morir el Príncipe ni se llevará ese disgusto su privilegiada corte, pues  en esta  democracia sin contrapesos  no existe autoridad con suficiente material colgante para recordarle que como primero entre sus iguales está obligado a poner el ejemplo y ser respetuoso de las leyes y sus formas.

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