Qué se dice

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Tapando el sol
Aunque el secretario de Salud Pública, el doctor Bautista Rojas Gómez, ha querido echarle agua al vino, diluir el conflicto con sus habilidades políticas y don de gente, todo indica que el mal de fondo -la politiquería- sigue latente, generando disgustos y malestares. Nunca ha sido un buen método, si se quiere buscarle el «bajadero» a un problema, ignorar su existencia, como ha sido el caso del conflicto que existe en el hospital regional José María Cabral y Báez, de Santiago, donde la pasada semana renunciaron sus principales directivos alegando que la politiquería, los chismes y las zancadillas no los dejan trabajar tranquilos.

Al enterarse de la situación, Bautista Rojas viajó de inmediato a Santiago a intentar calmar los ánimos, y fue a raíz de esa visita que se dijo, para sorpresa de todo el mundo en Santiago, que esas renuncias no se habían producido, como si con ese sorpresivo anuncio pudieran tapar el sol con un dedo. Y efectivamente, no bien el secretario de Salud dio la espalda volvieron a brotar las desavenencias, al extremo de que ayer mismo los directivos y jefes departamentales advirtieron públicamente que si Bautista Rojas quiere zanjar definitivamente los problemas que hay allí debe erradicar la política y, sobre todo, «los propósitos ajenos al objetivo del centro asistencial». ¿Qué habrán querido decir?

Muertos de campaña

Sea porque nadie le ha preguntado o porque hasta ahora no tiene nada concreto pero lo cierto es que la Policía Nacional nada ha dicho de sus diligencias para dar con el paradero del autor o los autores de la muerte a balazos de un dirigente perredeísta en Los Alcarrizos, en medio del proceso de selección e inscripción de candidatos para las elecciones del próximo año y a manos, según testigos, de seguidores de un diputado perredeísta. La inquietud surge a propósito de la percepción, cada vez más generalizada, de que ese muerto lo piensan meter en la fatídica lista de los muertos en campaña electoral, absolutamente sin dolientes, a pesar de que el secretario general perredeísta, Orlando Jorge Mera, ha dicho que los responsables de ese crimen serán sancionados «ejemplarmente». Esperemos que, además de moral y política, esa sanción sea también penal, como manda la ley, pero para eso hace falta que la Policía haga su trabajo sin discriminaciones ni apañamientos cómplices, pues la institución del orden, dicho sea con toda responsabilidad, no es la única responsable de que los muertos al fragor de las pasiones políticas no merezcan justicia.

Excusas

Sería bueno saber, aunque solo sea por curiosidad, a qué pretexto recurrirán las autoridades de la Secretaría de Obras Públicas, una vez concluya la actual temporada de lluvias, para justificar los retrasos o la paralización de una gran cantidad de obras que está reclamando de manera insistente la población desde los cuatro puntos cardinales de un país donde casi todo está por hacerse. Ayer mismo, por ejemplo, se sacó de la manga la conocida muletilla un portavoz de Obras Públicas, quien explicó a un periódico que la temporada de lluvias ha impedido el inicio de los trabajos de bacheo de una gran cantidad de calles que se encuentran en pésimo estado, tal y como hizo hace unos días el propio secretario de la cartera, el ingeniero Freddy Pérez, al utilizar la misma excusa para justificar la paralización de una gran cantidad de obras -por un monto superior a los diez mil millones de pesos- en la provincia de Santiago, lo que por un momento hizo pensar a muchos santiagueros que habían sido víctimas del Diluvio Universal.

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