Qué se dice

Qué se dice

Líneas paralelas.-  Se está manejando como un chisme de baja intensidad, dadas las circunstancias, pues este no parece el mejor momento para que otra vez salgan a  flote las diferencias –de forma y de fondo– entre el Ministerio Público y la Policía Nacional en torno al manejo del caso Figueroa Agosto. Pero como esas diferencias han terminado provocando la inexplicada suspensión de la cacareada rueda de prensa que celebrarían aquí, de manera conjunta, las autoridades puertorriqueñas y dominicanas para ofrecer mayores detalles sobre la captura del capo fugitivo, no pueden seguirse tratando como un simple chisme sino como algo mas serio y complicado.

¿Cómo empezó todo? Con el intempestivo viaje a Puerto Rico, tan pronto se enteraron de la detención de Figueroa, del mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín, jefe de la Policía, y Rolando Rosado Mateo, de la DNCD, quienes se hicieron acompañar del vocero de la Presidencia Rafael Núñez, sin tomarse la molestia, así fuera por cortesía, de informárselo a los miembros del Ministerio Público  que dirigen aquí las investigaciones, que se enteraron de su presencia en la vecina isla cuando los vieron por televisión.

¿Y qué fue lo que vieron?  A Guzmán Fermín y a Figueroa Sancha, que parecen cortados por la misma tijera, robándose el show, y a Rafelito Núñez endosando con su insólita presencia allí el protagonismo atropellante del  jefe policial. Pero  el momento del desquite de los agraviados no tardó en presentarse con la llegada al país de Figueroa Sancha, a quien ignoraron  olímpicamente, negándose incluso a recibirlo, y mucho menos a participar en una rueda de prensa a la que asistirían en calidad de convidados de piedra. Lo malo de todo esto, más allá del chisme que siempre entretiene, es que Policía y Ministerio Público, llamados a  formar una  sólida alianza contra  el crimen organizado, andan cada cual por su lado, como las líneas paralelas del   bolero aquel.

Publicaciones Relacionadas