Terrorismo.- Tiene razón el vocero de la Policía, el general Máximo Báez Aybar, cuando califica como un acto de terrorismo urbano el corte de los cables del puente Juan Pablo Duarte, acción que obligó al Ministerio de Obras Públicas a prohibir de manera parcial el paso de vehículos pesados, pues los responsables de ese hecho pudieron haber causado una tragedia de consecuencias insospechadas.
¿Por qué entonces no existe allí una vigilancia permanente, sobre todo porque no es la primera vez que los terroristas atentan contra esa importante estructura vial? Es la pregunta que se está haciendo mucha gente desde que se informó de la agresión contra el puente Duarte, para cuya reparación habrá que esperar que vengan al país unos técnicos serbios que son los que saben de eso, siendo de todos conocida la gran cantidad de guardias ociosos en los cuarteles y ni hablar de la gran cantidad de policías desempeñando tareas muy ajenas a sus responsabilidades de preservar el orden público y proteger las propiedades que son de todos.
Inoportuna.- No es por nada, pero usted puede estar seguro, querido lector, que si Braudilia Montero, la mujer que la pasada semana parió cuatrillizos en Cedimat, hubiera sido un poco mas oportuna alumbrando dos meses atrás, es decir antes de las elecciones del pasado 20 de mayo, no habría tenido que esperar tanto por la ayuda que tanto necesita, pues nadie es mas generoso que un político en campaña a la caza de votos.