Excepciones.- Me enteré ayer de que la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) envió una comunicación al Senado de la República, donde una comisión especial estudia el proyecto de ley que regularía los salarios de la administración pública, en la que solicita al hemiciclo que los funcionarios y empleados de esa dirección no sean tomados en cuenta en las disposiciones del proyecto.

Como desconozco las razones y argumentos a los que recurre la DGII para hacer esa solicitud no quiero opinar sobre su pertinencia, pero sí creo oportuno recordar aquí que son precisamente esas excepciones a las reglas que deben aplicarse a todos las que han contribuido a crear el caos que se pretende conjurar con la ley bajo estudio del Congreso Nacional. Y otra cosa: les garantizo que esa solicitud de exclusión tendrá imitadores. Tantos, que si se les complace a todos habrá sido una soberana pérdida de tiempo poner a los  legisladores a votar una ley que, en esencia,  dejaría las cosas tal y como están.

Lapsus legislativus- No sé en qué estaba pensando el diputado Víctor Suárez, vocero de la bancada del Partido de la Liberación Dominicana  en la Cámara Baja, cuando afirmó que en el Congreso Nacional hay que empezar a hacer lo que nunca se ha hecho: fiscalizar al Estado, incluídas las alcaldías.

Y es que  al oírlo cualquiera pensaría que de repente olvidó que su partido está gobernando el país desde el 2004, es decir desde hace ocho años, y que desde entonces para acá los peledeístas han tenido la oportunidad de hacer muchas cosas que nunca se han hecho en este país. Ojalá que el “lapsus legislativus” del diputado Víctor Suárez no sea contagioso, pues sería el colmo del cinismo  que  ahora, a propósito de la elección de Danilo Medina como Presidente de la República,  los peledeístas que tanto han disfrutado de las dulces mieles del poder se  desentiendan de sus responsabilidades por lo que debió hacerse y no se hizo.