Qué se dice

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Pertinente aclaración
El doctor Luis Arias, presidente de la Junta Central Electoral, aclaró ayer, a través de un comunicado público del tribunal de comicios, que las actas de nacimiento expedidas a través de las Oficialías del Estado Civil no tienen fecha de vencimiento preestablecida por la institución, pues desde hace años son emitidas en un papel de seguridad que les confiere mayor confiabilidad.

Desde hace un buen tiempo, nadie sabe cómo, cuándo, ni por orden de quién, las actas de nacimiento solo tienen vigencia legal por noventa días, encareciendo enormemente su obtención por parte de la población y convirtiéndose, igualmente, en fuente de contratiempos para instituciones que por su naturaleza tienen que bregar con el documento, como es el caso de la secretaría de Educación Superior, Ciencia y Tecnología.

Y aunque a fin de cuentas nunca conozcamos el nombre del responsable, el santo y la seña de quien dispuso acortar de manera tan drástica su vida útil, hay que saludar la pertinente aclaración del presidente de la JCE, que esperamos llegue también a oídos de los oficiales del Estado Civil de las 155 oficialías que hay repartidas por todo el territorio nacional para que tengan la amabilidad de actuar en consecuencia.

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Más buenas noticias

La aclaración sobre la vigencia legal permanente de las actas de nacimiento, sin embargo, no fue la única buena noticia dada por la JCE en su comunicado respecto a ese documento, pues también dejó bien establecido que las oficialías del estado civil están obligadas a ofrecerla completamente gratis a quienes la requieran.

La noticia debe ser recibida con gran regocijo por la ciudadanía, que será la principal beneciaria, pero no caerá bien a quienes se lucran de lo que se ha comvertido en un gran negocio, por demás millonario, como denunciara el recién cancelado Oficial del Estado Civil de la 12ava. Circunscripción Luis Felipe Rodríguez, y del que ha dado fe un ciudadano dominicano residente en Nueva York, quien días atrás confesó a El Nacional haber pagado tres mil pesos por un acta de nacimiento en una oficialía de Santiago, donde las «facilidades» para obtener el documento, sin pérdida de tiempo ni trámites enojosos, se venden discretamente al mejor postor. ¿Renunciará esa gente, doctor Arias, a un negocio que produce tan buenos dividendos?

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Ante un «conflicto»

Este es un país difícil, de gente complicada, y no hay porqué cansarse de repetirlo. Por lo menos mientras seamos testigos de actitudes como las asumidas por la Asociación de Padres y Amigos de la escuela primaria San José, en Duvergé, quienes decidieron paralizar las labores docentes de esa escuela en protesta por la designación de una profesora.

Intransigentes, con el único argumento de que la secretaría de Educación nombró a una maestra que no reside en el barrio donde está situada la escuela, cerraron con cadenas y candados todas las puertas que dan acceso al plantel, impidiendo la entrada a los estudiantes que acudieron a recibir docencia, al tiempo que manifestaron que no se impartirán clases hasta que las autoridades educativas dejen sin efecto el nombramiento.

¿Tiene derecho esa asociación de padres y amigos a cerrar una escuela, afectando a cientos de niños, solo porque no se ha nombrado a una maestra del mismo barrio? Es evidente que no, aunque a lo mejor en Duvergé la lógica funciona de manera distinta. Mientras tanto, ahí tiene la secretaría de Educación un nuevo «conflicto» de qué ocuparse, como si no fuera suficiente con las más de 400 escuelas que necesitan «intervención urgente», en palabras de Alejandrina Germán, para mejorar las penosas condiciones en que se imparte docencia en nuestras escuelas públicas o retornen a las aulas miles de estudiantes que este año escolar se han quedado en ayunas al no recibir el célebre «pan de la enseñanza».

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