¿Irreversible?- Si es cierto, como afirma con autoritario tono el Secretario de Educación, que la sanción impuesta a los 835 estudiantes acusados de cometer fraude en las Pruebas Nacionales es irreversible, lo menos que puede hacer entonces Melanio Paredes es permitir que algunos de esos estudiantes tengan acceso, como reclaman, a las pruebas mediante las cuales se determinó que hicieron trampa, pues alegan que en los centros donde tomaron sus exámenes se les despojó previamente de sus celulares, es decir del medio utilizado para materializar ese fraude por la mafia que lo orquestó. ¿No existe la posibilidad de que en una sentencia tan sumaria, que involucra a tanta gente, afectara por error a estudiantes que nada tuvieron que ver con el fraude descubierto? Creo, al igual que la doctora Marisol Tobal, Procuradura Adjunta del Departamento de Niños, Niñas y Adolescentes, que nada tiene de malo que a los estudiantes que alegan ser inocentes se les permita ver sus pruebas y recibir las explicaciones correspondientes. Es cuanto.
Derecho caducado.- Los periódicos de ayer lunes destacaron, en su mayoría, las declaraciones del ex presidente Hipólito Mejía en las que expresa su intención de impugnar ante la JCE las resoluciones adoptadas durante el acto de juramentación y proclamación de Miguel Vargas Maldonado como presidente del PRD. Se trata, como ya han advertido algunos analistas y perredeólogos, de un intento de Mejía por evitar que el nuevo liderazgo dominante en el PRD lo borre del mapa, al crear las condiciones para una negociación que le permitar sacar alguna cuota de poder en los organismos de dirección que, por derecho propio, cree merecer. Parece que nadie le ha explicado que ese derecho, que según el ex mandatario está avalado por una tradición que los perredeístas le deben a la mano componedora de Peña Gómez, dejó de tener validez en el nuevo PRD.