Qué se dice

Qué se dice

Duro con ellos
El gobierno y la sociedad civil han actuado diligentemente para rodear de atenciones y protección a los niños que recientemente perdieron la visión a causa de balas, entre otras víctimas infantiles de proyectiles irresponsablemente disparados. La reacción al destructivo comportamiento de los llamados gatillos alegres debería ser contundente también con iniciativas legislativas orientadas a acentuar la sanción  penal.

Junto con el programa de Seguridad Democrática en barrios, los portadores y usuarios de armas de fuego deben ser puestos al tanto de que, de entrada, sus disparos les van a salir caros aunque no den en ningún blanco. Deben establecerse disposiciones que endurezcan los procedimientos y que estipulen penas condignas. Habrá que subordinar la posibilidad de  puedan obtener libertad condicional solo mediante el pago de gruesas fianzas, como si se tratara de criminales peligrosos. De lo contrario, a la vuelta de dos meses tendremos otras navidades y un nuevo año con gente que festeja descargando sus municiones.

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Cero transparencia

Los precios de los combustibles han seguido dando saltos; las bajas de la semana anterior acaban de desaparecer como por encanto con variaciones agudas hacia lo alto, con gasolina Premium a $138.90 el galón; Regular a $124.90 y gasoil a $93.80, niveles que a decir verdad no parecerían guardar relación estricta con el comportamiento de las cotizaciones internacionales en el curso de los días que pasaron. Lo que suele decirse, en pretendida justificación a las desarmonías habituales entre aquí y fuera de aquí, es que República Dominicana importa un petróleo reconstituido que no vale igual a los crudos de referencia y que además lo que mayormente estamos comprando son productos terminados.

Pero eso lo cantaletean las autoridades cada vez que las acosan con reclamos de que los precios locales deben estar atados a las bajas  y alzas de allá.  En cambio, cuando se trata de subirlos estrepitosamente, esgrimen con fuerza la tendencia alcista de allende los mares. En fin, que aquí lo único que sabemos con exactitud es que los combustibles son caros siempre, pero es confuso e impreciso el orden de cosas que determina sus fluctuaciones.

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Sin justificación

Persiste en el país la tendencia a reaccionar con agresiones a los haitianos como represalia indiscriminada porque en un momento dado alguno de ellos resulte sospechoso de haber incurrido en comportamiento dañino o francamente criminal en perjuicio de dominicanos. En un río de Jamao al Norte, Moca, fueron hallados los cuerpos de dos hombres asesinados que al parecer eran haitianos. Estaban maniatados y baleados como si se tratara de la obra de un escuadrón de la muerte. Casi al mismo tiempo, en el sector Antillas, Santiago, alguien alegó que un haitiano no identificado estaba tratando de seducir a una niña y de inmediato surgió un grupo de vecinos que se lanzó a agredir a todo el que pareciera haitiano, encontrando a siete en total que en añadidura fueron golpeados también por los policías que llegaron a socorrerlos.

En medio de esta histeria, se ha escuchado la voz del doctor Euclides Gutiérrez Félix pidiendo la deportación de dos sacerdotes que se han destacado por clamar por un trato justo a los inmigrantes que vienen del otro lado de la frontera. Por criticables que resulten algunas de las posiciones que esos religiosos asumen en el curso de su lucha, hay que respetarle el derecho a manifestar lo que piensen y la mejor forma de restarle significación a su proceder sería reclamando y comprendiendo que es necesario mantener un clima de respeto a los derechos de los extranjeros.

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