CLAUDIO ACOSTA
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Las cuentas de la Cámar- ¿Quién le está llevando las cuentas a la Cámara de Cuentas? Es probable que en mas de una ocasión se haya hecho usted, amigo lector o lectora, la misma pregunta, sobre todo si cada vez que oye hablar de la susodicha institución es a propósito de algún tipo de escándalo, sea porque sus miembros se asignaron a sí mismos salarios exhorbitantes, verdaderamente insultantes en un país pobre y jodido como este, o porque por una excusa o por la otra no realiza adecuadamente su trabajo, que es velar por el manejo escrupuloso, pulcro y transparente, de los recursos públicos. Y para muestra, un botón. A principios de semana el fiscal de Santiago, el licenciado Raúl Martínez, calificó de aberrante e injustificable la dilación de la Cámara de Cuentas para responder la solicitud de auditorías a los ayuntamientos de varias provincias que, ante denuncias de irregularidades, le ha formulado el Ministrio Público en tres oportunidades sin obtener respuesta. En rueda de prensa convocada para leer una carta pública dirigida al licenciado Andrés Terrero, presidente del organismo, el funcionario se quejó de una demora que está convirtiéndose en un obstáculo en los esfuerzos que despliega la Fiscalía de Santiago para combatir la administración dolosa de los fondos públicos. Para ponerle la tapa al pomo, siete de los miembros de esa misma Cámara de Cuentas acaban de hacer pública una carta dirigida al licenciado Terrero en la que le acusan de ocultar irregularidades detectadas en varias instituciones del Estado, incluído (atención Juan Hubieres) el programa de subsidio al GLP, pero también de malgastar su tiempo en intrigar, chismear, indisponer y disociar. Terrero se ha defendido atribuyendo las acusaciones de sus compañeros a su interés de imponer la institucionalidad y moralidad en el organismo, pero ha decidido que sean el Senado y la Procuraduría General de la República, a los que solicitó investigar las acusaciones hechas en su contra, los que digan la última palabra. Que así sea, pero que sea pronto. Ya es hora de que los que dirigen la Cámara de Cuentas pongan sus cuentas claras.