Favoreciendo lo nuevo
Los importadores de automóviles están a sus anchas en estos momentos. Buques gigantes arriban semanalmente al puerto de Santo Domingo repletos de vehículos cero kilómetro y para todos los gustos, incluyendo muchas yipetas, camionetas de doble-cabina y otros medios lujosos de locomoción y hasta carros utilitarios.
Hay quienes relacionan los nerviosismos de la prima del dólar con la ofensiva navideña de los intermediarios del sector automotriz que evidentemente confían mucho en que a fin de año el poder de compra de un sector de los consumidores será excepcional y están llenando sus espacios de venta con ofertas flamantes. Su estrategia está siendo apuntalada por la Dirección General de Aduanas que anunció ya una ofensiva contra la importación de autos de medio uso, restringiéndolos. Ninguno vehículo podrá entrar al territorio nacional si tiene más de cinco años de añejamiento. Con esa medida, ciertamente legal, se amplían los horizontes de los importadores, aunque, lamentablemente, para muchos ciudadanos a veces la única alternativa para montarse es el auto de media vida, versión americana, que puede ser adquirido en Estados Unidos con modestas inversiones.
Un Aznar asombrado
Los políticos europeos suelen desenvolverse en lo personal– en unos marcos que materialmente expresan modestia. No como aquí, donde las retinas están acostumbradas a sentir que la importancia de un líder incluye por lo regular el confort de los mejores vehículos del mercado y un estilo de vida muy de primera y a considerable distancia de la realidad de las clases medias. En este país, los sueldos formales de los secretarios de Estado y otros jerarcas comenzaron a tener altura a partir de 1996; pero la exhuberancia existencial de quienes se han dedicado a la política subió como la espuma casi al día siguiente del 30 de mayo de 1961. Está claro que en la visión de muchos señores del mundo de los partidos, la abundancia de lo material es una prioridad. Por eso cuando en el decenio de los 70, algunos dominicanos de la Internacional Socialista viajaron a Portugal y vieron con sus propios ojos la modesta casa del dirigente Mario Soares al que habían exaltado como adalid de la democracia- quedaron sorprendidos. Como que la sencillez y humildad no se correspondía con su estatura política. Ahora el espanto ha sido al revés: en su reciente visita al país, el expresidente del gobierno español, José María Aznar, no disimuló su sorpresa ante el esplendor y dimensiones de la sede de la fundación Global Democracia y Desarrollo (FUNGLODE). Para él (aunque lo manifestó con elegancia) se trata de una obra que sobrepasaría las normales posibilidades de cualquier protagonista de la política o del poder. Por lo menos en Europa. Aquí no tanto.
La pobre herencia del Doctor
El doctor Joaquín Balaguer se sigue revelando como el patriarca o caudillo que con menos éxito sembró el terreno para garantizar que más allá de su desaparición física su partido y sus criterios para gobernar permanecieran. Hizo un gran faro y múltiples represas; autopistas y multifamiliares al granel pero no creó condiciones para que sus herederos políticos ejercieran fascinación y generaran confianza en la nación como posibles continuadores de su obra. Ni siquiera propició una mínima funcionalidad para que el politiquear de los colorados no resultara tan frustratoriamente conflictivo. En cambio, el doctor José Francisco Peña Gómez acostumbró a su gente a una mecánica de tendencias en la que, a pesar de la dureza de los combates intestinos que a veces incluye lo sangriento- al final se logra bastante que la mayoría hale hacia una misma dirección. Por eso cuando Hatuey hizo tienda aparte, la fisura apenas se notó. De su lado, el profesor Juan Bosch creó una mística y una disciplina orientada a servir al partido para servir al pueblo. Aunque en ocasiones parezca que muchos peledeístas se apartaron de la ortodoxia boschista entre ellos predomina todavía mucho sentido de lo institucional. Por eso el PLD es el partido con menos problemas internos. Por eso volvió tan rápidamente al poder; y por eso sigue siendo una opción de primera línea.