Qué se dice

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Resurrección del Metro
Más de uno está convencido de que la creación, mediante decreto, de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte es la nueva plataforma desde la cual se relanzará el Metro de Santo Domingo, el más caro sueño del presidente Leonel Fernández, y que al ingeniero Diandido Peña le han cambiado la montura pero no el caballo.

Para más señas, y por una extraña pero significativa coincidencia, andan por ahí muy atareados, visitando canales de televisión, los promotores del tranvía, vendiéndolo como la solución a nuestro problema de transporte, como si ellos también se hubieran olido algo. Entre las funciones que el decreto presidencial asigna a la nueva oficina, que operaría con los mismos fondos de la recién liquidada Oficina del Metro de Santo Domingo, está la siguiente: «Conformar una Unidad Ejecutoria capaz de planificar, diseñar, construir, poner en marcha, operar y mantener las varias líneas del futuro Sistema de Transporte Rápido Masivo (SITRAM) que constituirán los ejes troncales de la Red Maestra del Sistema Integrado de Santo Domingo…(sic)». Y todo ese enrevesado lenguaraje técnico para decir, en buen dominicano, que el Metro de Diandino viene zumbando por ahí.

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Desaparecidos

Según ha revelado el doctor Franklyn Almeyda, secretario de Interior y Policía, actualmente hay 15 mil agentes policiales, prácticamente la mitad de los 32 mil conque cuenta la institución, que no se sabe dónde prestan servicios a pesar de que, mes tras mes, cobran religiosamente sus salarios. Eso ocurre, explica Almeyda, debido a que «un esquema terrible» de corrupción recién desmembrado por el funcionario colocaba a su mejor parecer y en servicios muy ajenos a la persecución de delincuentes o el mantenimiento de la paz pública a esos agentes, «servicios» que se vendían a muy buen precio y que cobraban los oficiales que los asignaban.

Tan perdidos están, esos quince mil agentes, que tampoco el mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez fue capaz de dar con su paradero para enviarlos a las calles, misterio que ojalá sea capaz de aclarar el mayor general Bernardo Santana Páez antes de que tenga que pasarle la bola, al igual que su antecesor, a otro relevista. En lo que esos agentes aparecen, oportuno es recordarlo, la delincuencia y la criminalidad se enseñorean en nuestros barrios, pueblos y grandes ciudades, a todo lo largo y ancho de la geografía nacional, ganando terreno palmo a palmo, metro a metro, echando raíces y haciéndose fuerte y poderosa. ¿También invencible?

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Chatarras

Si hay alguien que se ha ganado el derecho al escepticismo y el descreimiento ese es, precisamente, el sufrido y maltratado usuario del transporte público, pues soluciones van y soluciones vienen y no hay forma de que reciba, a pesar de los miles de millones de pesos invertidos por los gobiernos en la adquisición de autobuses, un sistema de transporte eficiente, moderno y confiable. Así las cosas no son una ni dos las veces que ese mismo usuario ha escuchado anunciar a las autoridades que retirarán de las calles las chatarras, la última vez a propósito del Plan Renove, pero todavía las chatarras andan por ahí de lo más quitadas de bulla al igual que sus propietarios, y para colmo todo el que tuvo algo que ver con el famoso plan destinado a renovar el parque vehicular tiene problemas serios con la Justicia.

Ahora es el director de AMET, el mayor general José Sigfrido Fernández Fadul, quien anuncia que en quince días no habrá más chatarras desandando nuestras calles, luego de la rotulación de los vehículos del concho que circularán en días alternos como parte del plan de ahorro de combustibles puesto en vigencia por el gobierno. Deseemos al mayor general Fernández Fadul toda la suerte del mundo en la ardua tarea que tiene por delante, que sin duda va a necesitar, pues esas chatarras no solo son parte consustancial del caótico paisaje de nuestras grandes ciudades sino también un vivo ejemplo de la indolencia cómplice de las autoridades responsables de impedir su circulación.

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