Pérdida de tiempo.- Todo indica que la visita de la Ministra de Educación Josefina Pimentel a la Cámara de Diputados, donde se reunió con una comisión de legisladores que quieren saber porqué no se cumple el mandato de la Ley General de Educación que señala que los libros de texto deben tener  una vigencia de cuatro años, resultó una soberana pérdida de tiempo, como lo han sido también  todos los esfuerzos,  de este y anteriores gobiernos, por obligar a los propietarios de los colegios privados a respetar otra ley que no sea la  del mercado.

 Qué fácil.- Es una pena que el presidente de la Junta Central Electoral no haya identificado dónde se encuentra el obstáculo que ha impedido  resolver la falta de documentación que afecta a cerca de 25 mil niños de ascendencia haitiana, un problema que según el doctor Roberto Rosario se resuelve en cinco meses con tan solo permitir que la JCE instale en las escuelas diez unidades móviles para agilizar la emisión de  declaraciones tardías. ¿Así de fácil y sencillo? Es una pena, insisto, que el presidente del tribunal de comicios prefiera jugar a los acertijos en lugar de  identificar a los que se  resisten a que un problema tan grande se resuelva de manera tan simple.

Buena noticia– La decisión de un tribunal del Distrito Nacional que condenó a dos años  de prisión a un médico encontrado culpable de abusar sicológicamente de su pareja es una buena noticia en medio del horror que provoca la imparable oleada de feminicidios que desgarra a la sociedad dominicana.

 Santo patrono.-  Los buhoneros y demás vendedores callejeros de la Ciudad Primada ya tienen su santo patrón al cual encomendarse en caso de  dificultades,   y hasta prenderle su veloncito si la devoción le alcanza para tanto: San Roberto Salcedo.