El que va a Villa…- Mientras el PRD, el partido más votado en las pasadas elecciones, se desangra y debilita en una confrontación interna que amenaza llevarlo a una nueva división, el mundo prosigue su agitado curso en esta democracia tropical. Hace unos días, por ejemplo, varias organizaciones de izquierda anunciaron la formación de un frente opositor, con el propósito de asumir la defensa de los intereses de los ciudadanos en lo económico, en lo social y en lo medioambiental.
También se propone ese frente encabezado por Narciso Isa Conde luchar porque se castigue a los corruptos, proponer alternativas a la inseguridad ciudadana, exigir que se cumpla el 4% del PIB para la educación, y defender el derecho de todos los dominicanos a beneficiarse de la seguridad social, entre otras tantas reivindicaciones que figuran en la larga lista de pasivos de eso que ahora llaman deuda social. ¿Verdad que suena interesante? Sin embargo, es probable que el gobierno se sienta tentado a subestimar a este nuevo interlocutor, más que nada por provenir de la menguada izquierda. Pero cuando en un sistema político se produce un vacío tan grande como el que está llamado a cumplir el PRD en el particular trance que vive la democracia dominicana, alguien tiene que llenarlo para servir de vehículo de canalización de las frustraciones y desesperanzas de la población. No olvidemos que la Naturaleza nos enseña que las aguas desbordadas siempre encuentran un cauce por donde desahogar su furia destructiva.
Josefina Pilatos.- Quiere decir entonces que la Ministra de Educación ha decidido lavarse las manos, como Poncio Pilatos, ante el problema de la desechabilidad de los libros de texto, traspasándole a las asociaciones de padres su responsabilidad de evitar que los propietarios de los colegios los cambien a su gusto y conveniencia todos los años, violando impunemente la Ley General de Educación.