Defensa comprometedora.- El mayor general Rolando Rosado Mateo, expresidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), ha metido la mano en el fuego con su ardorosa defensa del teniente coronel Johan Emilio Liriano Sánchez. Pero tanto afán en  defender a quien fuera jefe de operaciones del organismo antinarcóticos ha llamado poderosamente la atención de la  opinión pública, que dada la gravedad de los cargos por los que se investiga a Liriano Sánchez no deja de preguntarse las razones por las cuales Rosado Mateo  pone tanto en juego, a tal punto que cualquiera pensaría   que más que defender a su acaudalado amigo (las malas lenguas  dicen que sus bienes ascienden a cientos de millones de pesos) el ex de la DNCD se está defendiendo a sí mismo.

 Tigueraje.- No sé nada de economía,  y mucho menos de administración de empresas o alta gerencia, ignorancia que me inhabilita para ofrecer una opinión autorizada sobre la decisión de la empresa Aeropuertos Dominicanos (Aerodom) de emitir, sin ni siquiera informárselo  al Estado dominicano, bonos por más de 550 millones de dólares, de los cuales repartió 333 millones entre sus accionistas. Sin embargo, el sentido común me permite afirmar con toda libertad que más allá o más acá de la legalidad de esa operación no hay dudas de que estamos ante una acción que  puede calificarse, en buen dominicano, de tigueraje empresarial. Lo lamentable del caso es que, en el país de los chivos sin ley, esa clase de tigueraje no tiene ninguna consecuencia.   

Félix el Bautista.- Si la cosa sigue como va, la comisión  del Senado que “investiga” el origen de la fortuna del senador Félix Bautista concluirá liberándolo de toda culpa, y si nos descuidamos hasta podría recomendar su canonización como premio por sus buenas obras. Ese día se escribirá la crónica de una absolución anunciada. Y que siga la fiesta…