Puro teatro- Para que ustedes vean cómo son de peliculeros los políticos del patio. Al recibir del ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, el modificado contrato entre el Estado dominicano y la minera Barrick Gold que permitirá la explotación del oro de Pueblo Viejo, en Cotuí, el presidente del Senado Reinaldo Pared Pérez dio seguridades de que a la pieza, que irá a una comisión bicameral para su estudio, se le dará un tratamiento ágil, pero sin sancocharlo, para que el Estado pueda recibir lo más pronto posible sus beneficios. ¿Quién con más autoridad que Pared Pérez para hablar de sancochos legislativos, precisamente el tratamiento que se le dio al contrato original con la minera canadiense que algunos legisladores aprobaron sin ni siquiera tomarse la molestia de leerlo? En cuanto al estudio al que será sometido el nuevo contrato el presidente del Senado sabe mejor que nadie que por más que lo estudien, analicen y ponderen los senadores y diputados que integrarán esa comisión no podrán cambiarle ni una sola coma, por lo que al Congreso peledeísta no le queda más remedio, para cumplir con el trámite constitucional que es lo que realmente le interesa al Gobierno, que aprobarlo tal y como fue enviado desde el Poder Ejecutivo. Pero no hay por que alarmarse, y mucho menos sorprenderse, de que nos hayamos convertido en meros espectadores de un show bien montado pero de muy mal gusto. Hace tiempo que el sistema político dominicano, encarrilado hacia el unipartidismo monocolor que encarna el comesolismo gobernante, es pantomima y teatro, pero también allante y movimiento, como dice en la calle el pueblo llano y sabio. Por eso es de lamentar, y mucho, que a estas alturas todavía seamos incapaces de pararnos de nuestros asientos, y abandonar la sala en rechazo a una actuación tan pobre. O, simplemente, castigar con sonoros abucheos a quienes pretenden embaucarnos con un final tan previsible como poco original.