Desagravio a la   tayota.- Por primera vez desde que inició sus  visitas sorpresa (que, por cierto, dejaron  de serlo hace tiempo) a empobrecidas comunidades del   interior del país se cuestiona la asignación de recursos que suele hacer el presidente Danilo Medina a productores de distintos rubros, en este caso productores de tayota de la comunidad de Palo Blanco, en Jarabacoa, a los que ofreció facilidades de financiamiento por 25 millones de pesos  para fortalecer la producción del vegetal   y ampliar sus áreas de cultivo. Ha salido a relucir,  a propósito de esas críticas, que los 25 millones de pesos que se invertirían en producir tayotas equivalen  a 21 veces el monto de su exportación desde el 2008 a la  fecha, que fue de apenas 27, 540 dólares, y hasta se ha puesto en duda que esa inversión forme parte de un plan global, bien diseñado,  para el desarrollo del sector agropecuario. Tengo entendido, sin embargo, que  no se trata de una tayota cualquiera, es decir del  vegetal que conocemos,  sino de una nueva variedad que se produce todo el año y se puede cosechar cada dos semanas, con mucho mejor aspecto y “sabor”, y por lo tanto mas atractiva para los mercados internacionales. Y aunque de todas maneras los números no cuadran, y son sin duda válidos y pertinentes los cuestionamientos  que se han formulado en torno a la rentabilidad de la inversión anunciada por el presidente Medina en Jarabacoa, vale señalar también que el episodio ha puesto en evidencia los prejuicios que existen contra la insípida y vilipendiada tayota, definitivamente injustos cuando se piensa en sus aportes  a la gastronomía criolla, sobre todo a la mesa de los mas pobres, que la utilizan  para dar cuerpo y volumen  a ciertos guisos que hay que hacer rendir para dar de comer a tantas bocas hambrientas.