Gazcue.- Seguro estoy de que los vecinos de Gazcue que denunciaron la operación de un prostíbulo disfrazado de night club, cerrado el pasado fin de semana por las autoridades, no tenían una idea de las dimensiones del problema que los atormentaba. Nada menos que 69 mujeres, que se dedicaban a la prostitución tanto fuera como dentro del negocio, fueron rescatadas por el Ministerio Público, que dijo haber desmantelado una bien organizada red de trata y tráfico de mujeres que dirigían padre e hijo. ¿Quién iba a imaginarse que, en pleno corazón de Gazcue, operaba un prostíbulo de esas dimensiones? Es mucho lo que se ha degradado durante las últimas décadas ese patrimonio arquitectónico, y en ese proceso de degradación, al que las autoridades han sido indiferentes, la prostitución, en sus distintas modalidades y disfraces, ha sido un factor determinante. Ojalá que el doctor Francisco Domínguez Brito, quien le ha declarado la guerra a ese infame negocio, no saque a Gazcue de su agenda.
Sentencia anunciada.- Como ya no se toman en serio la máxima que dice que los jueces hablan por sentencias, no debe extrañarnos que anuncien sus decisiones como el bachatero que promueve la salida de su próximo disco. Los magistrados Hermógenes Acosta y José Joaquín Castellanos, del Tribunal Constitucional, declararon en Santiago que ese organismo dará una respuesta contundente al tema de la nacionalidad que reclaman extranjeros en el país, que no pueden ser otros que los hijos de ilegales haitianos nacidos en territorio dominicano. Claro está, en los tiempos de destape que vivimos ese pronunciamiento podrá parecer inofensivo y hasta natural y no seré yo quien trate de probar lo contrario, pero sí tengo derecho a decir que es una pena que no haya jueces que puedan garantizar una respuesta igualmente contundente al tema de la corrupción.