Al rescate de los cementerios.- ¡Por supuesto que es una buena noticia! Quien haya visitado últimamente el Cristo Redentor no puede hacer otra cosa que recibir con beneplácito el anuncio del secretario general de la Liga Muncipal Dominicana, Johnny Jones, de que rescatará ese y otros cementerios del país, convertidos en antros de inseguridad y salvajismo. Pero quienes deberían estar celebrando con mas alborozo el anuncio de la realización de esos trabajos, que según las explicaciones del funcionario incluirán limpieza, alumbrado eléctrico y reparación de verjas perimetrales, son las autoridades del ayuntamiento del Distrito Nacional, que bien sea por cansancio, falta de medios y recursos o simple negligencia desertaron de su responsabilidad de cuidarlo y protegerlo. ¿Pero sabe Johnny Jones, buenas intenciones aparte, en lo que se está metiendo, o mejor dicho en lo que está metiendo a la Liga Municipal Dominicana? Es evidente que no, pues invertir sabrá Dios cuantos millones de pesos en rehabilitar el Cristo Redentor y otros cementerios del país en iguales o peores condiciones no está, precisamente, entre las atribuciones del organismo asesor de los ayuntamientos, aunque aplaudamos que haga lo que estos no hacen. Pero seamos prácticos y dejemos que la pelota corra, pues en las presentes circunstancias no hay mas remedio que tomarle la palabra al secretario general de la Liga Municipal y permitirle que le devuelva la dignidad perdida a nuestros camposantos. La última morada de un ser humano debe ser un espacio de respeto y paz, donde se preserven las tumbas y los familiares puedan ir seguros a visitarlos; los cementerios no pueden seguir siendo lugares en abandono. Tenemos que iluminarlos y dotarlos de la seguridad necesaria. Que así sea, aunque le duela a los que no hacen ni dejan hacer.