Mano dura.- Pierden su tiempo quienes le exigen a la Policía que aplique mano dura contra la delincuencia, simple y sencillamente porque hace rato que la llamada institución del orden se la está aplicando a los delincuentes, sean estos supuestos o verdaderos, con los letales intercambios de disparos, y el problema, a ojos vista, no se ha resuelto sino que, por el contrario, sigue creciendo de tamaño y peligrosidad.
Las bravuconerías machistas conque de cuando en cuando se despachan nuestros jefes policiales quedan bien en los titulares periodísticos pero no asustan a nadie, por lo que ya va siendo hora de que pasemos de las palabras a los hechos y abordemos el problema en sus diferentes dimensiones, de manera integral, como se dice ahora, y no tan solo sus costados más visibles, precisamente los que provocan las reacciones episódicas y coyunturales que la sociedad dominicana olvida tan pronto se le pasa el susto.
El panel organizado por sectores de Santiago, preocupados por la escalada de violencia criminal que sacude a esa ciudad, es tan solo un buen comienzo, un primer ensayo general que solo terminará bien si todos los allí convocados, empezando por el Presidente de la República que lo encabezará, hacen conciencia de que la solución al problema de la delincuencia y la criminalidad tanto en Santiago como en el resto del país va mucho mas allá de la represión pura y simple.
Y que, sobre todo, no vendrá de un día para otro, como no pueden cambiarse de la noche a la mañana las inequidades y exclusiones de un modelo económico que ha dejado al margen de sus bondades, ventajas y beneficios a una parte importante de la población, que en nuestro caso está constituída mayormente por jóvenes. ¿Estamos dispuestos a realizar esos cambios, así sea para beneficio de todos esos jóvenes a los que el narcotráfico está convenciendo de que es el camino mas corto para ver colmadas las expectativas que esta sociedad se muestra incapaz de satisfacer?