Comesolismo artístico.- Estoy seguro de que usted no sabía, querido lector, que también en el ambiente artístico nacional se impone la ”ideología” (esta es la parte en la que politólogos y demás cientistas sociales fruncen el ceño en inequívoca señal de escepticismo) del comesolismo, pero debo decir aquí que un servidor tampoco tenía conocimiento de que por esos caminos habíamos llegado tan lejos; o mejor dicho, que los peledeístas habían avanzado tanto en el proceso de apropiación y usufructo del Estado dominicano y sus instituciones. Hasta que leí en el vespertino El Nacional unas declaraciones del merenguero Sergio Vargas respondiéndole a su colega y amigo Rubby Pérez, a propósito del reclamo público que hace unos días hiciera este último al presidente Danilo Medina de que las fiestas de Navidad que patrocina el gobierno no las organice un solo empresario artístico como una forma de evitar que solo se beneficie un reducido grupo de orquestas, como ocurrió el año pasado. “El que no hizo campaña por Danilo que haga su fila”. Así destacó El Nacional, con grandes titulares, la respuesta de Sergio Vargas, quien al parecer olvida (efecto, a no dudarlo, del síndrome del comesolismo crónico provocado por la prolongada exposición al poder y sus efluvios) que los recursos con los que se financian esas fiestas son públicos, salidos de los bolsillos de los contribuyentes de todos los partidos (y de los que no tienen partido también), y que por lo tanto no son propiedad ni patrimonio exclusivo de los peledeístas del gobierno y mucho menos de quienes tuvieron la habilidad, pero sobre todo el sentido de oportunidad, de encaramarse en la patana correcta en tiempos de campaña electoral.