Qué se dice

Qué se dice

La dirigencia de la Trinchera Reeleccionista de Villa Altagracia, un movimiento adscrito al PPH, está que echa chispas contra el director de la OMSA, Diógenes Castillo, por la «injustificada» cancelación de cinco de sus dirigentes más meritorios. En una nota de prensa enviada a este diario, los cancelados dijeron no explicarse el porqué de su cancelación, si han realizado un trabajo «encomiable» en las inscripciones de nuevas fichas de votantes para la convención programada para el próximo 18 de enero. Hermógenes Frías, presidente de La Trinchera, dice en la nota que la decisión de Castillo merece una respuesta «contundente», como lo sería el respaldo a otro precandidato perredeísta que no sea el presidente Mejía. Y para que se sepa que hablan en serio, que están dispuestos a llevar su protesta, como quien dice, hasta las últimas consecuencias, advierten que si en un plazo de 72 horas no se repone a los cancelados devolverán a la OMSA, léase bien, la camioneta y los cinco motores que se les asignaron para realizar actividades políticas en favor de la reelección del Presidente.

[b]Ejerciendo el poder[/b]

El periódico El Caribe, en su edición de ayer, reseña el caso de un mayor del Ejército Nacional, comandante de la fortaleza, a quien la Subsecretaría de Recursos Forestales de Montecristi sometió ante el Procurador Ambiental, acusado de provocar daños al medio ambiente al apropiarse, junto a su tropa, de varios dátiles, una especie de palmera que solo crece en esa zona del país y que posee un alto valor ornamental, llegando a cotizarse hasta a diez mil pesos en los principales complejos hoteleros del país. El militar, según el expediente acusatorio, hizo un recorrido nocturno por los barrios Los Solteros y Cristo Rey de esa ciudad, arrancó de raíz varios dátiles y los montó en dos patanas. Las autoridades de Medio Ambiente, advertidas de esas subrepticias acciones, incautaron las patanas pero el oficial, haciendo uso de la fuerza, recuperó «sus» patanas y «sus» dátiles y los transportó, con escolta militar incluída, a un complejo turístico de la zona Este. Como pueden apreciar, ese mayor también está convencido de que el poder es para ejercerlo.

[b]Por un chin de papel[/b]

Muchas serán las cosas que se dirán, a favor y en contra, de la dichosa ley de Lemas, y no hay que dudar que muchas de ellas merecen figurar en algún volumen que recoja las insólitas ocurrencias de nuestros políticos. El doctor Tirso Mejía Ricart, a quien se le ha encomendado cambiar la envoltura conque se nos ha presentado la citada ley, ha restado importancia a las reservas formuladas por quienes entienden que su aplicación acarrearía niveles de complejidad peligrosos para la buena organización de las próximas elecciones, incluídos a varios jueces de la Junta Central Electoral. Según Mejía Ricart, director ejecutivo del Consejo Nacional para la Reforma del Estado (Conare), en la nueva versión que se prepara cada uno de los cinco candidatos presidenciales llevará su acompañante a la vicepresidencia, pero que eso no representa ningún problema pues solo se gastaría «un chin más» de papel. O sea que, a juicio del director del Conare, hemos armado todo este alboroto (la Fuerza Nacional Progresista ha pedido, incluso, invocar la Carta Democrática Interamericana de Lima-Perú) por un chin de papel y un poco más de tinta. ¡Qué bárbaro!

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