Qué se dice

Qué se dice

Uno de ellos define la emisión monetaria como la matriz de todos los problemas económicos del país, pero promueve su candidatura junto a la «máquina de hacer cuartos» que nos sacará a todos de la eterna pobreza. Otro, mucho más realista, está convencido de que como candidato presidencial no va para ninguna parte, por lo que no pierde su tiempo formulando promesas que no tendrá la oportunidad de cumplir. Nelson Didiez Nadal, del Partido Demócrata Popular, Ramón Emilio Concepción, del Movimiento Solidaridad Nacional, y Rafael Peguero Méndez, del Partido Popular Cristiano, participaron esta semana en el almuerzo de los medios de comunicación del Grupo Corripio, en su condición de candidatos presidenciales de partidos minoritarios. Los otros candidatos, seis en total, o no se interesaron por un encuentro que solo pretendía que el electorado conociera sus propuestas, o no se consideraron tan chiquitos como para estar ahí, entre tanta pequeñez e insignificancia. Eso sí: ninguno faltó a la cita, convocada por la Junta Central Electoral, en la que se entregó a los partidos, grandes y pequeños, 412 millones de pesos como contribución del Estado a sus campañas. ¡Grandezas de la democracia!

[b]Inversionistas[/b]

Algo debe estar ocurriendo en este país, que de repente resulta tan atractivo para la inversión extranjera. Como muestra, debería bastar tan solo un botón, sacado de la manga por el «promotor» de inversiones Nemem Nader (sí, ese mismo), gracias a quien hemos sabido que inversionistas de Arabia Saudita, Kuwait y Líbano, entre otros lejanos y exóticos países, negocian con el Banco Central una inversión de 500 millones de dólares para la creación del Banco Arabe Américo Africano, cuyos recursos serían destinados al desarrollo de la agroindustria y la construcción de viviendas de tipo social. Entre los socios -según Nader- hay jeques, emires y hasta familias de reyes, que ojalá no se arrepientan tan rápido de hacernos un favor tan costoso, como hicieron sus «colegas» de los Emiratos Arabes Unidos que hace unos meses, como salidos de un cuento de Las Mil y Una Noches, prometieron invertir más de RD$4,000 millones en Montecristi y todavía los estamos esperando.

[b]La otra campana[/b]

Como en estas cosas, por un elemental sentido de justicia, hay que escuchar las dos campanas, permitámosle ahora a los políticos ofrecer su opinión sobre la decisión del ayuntamiento del Distrito Nacional de hacer respetar la ley que regula la colocación de propaganda en los espacios públicos, que el doctor Héctor Peguero Méndez, candidato presidencial del Partido Popular Cristiano, entiende le está perjudicando de muy mala manera. Según el astuto político sureño el cabildo está obligando, con su prohibición, a que los candidatos se vean forzados a contratar su propaganda en vallas especiales, muy costosas, que para colmo solo oferta una empresa con carácter de exclusividad. Para Peguero Méndez eso es ilegal, además de injusto y abusivo. ¿Qué opinará Roberto Salcedo?

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