Qué se dice

Qué se dice

Claudio Acosta

Alcoholímetros.- Fueron poco menos que una moda a pesar de todo el ruido que provocó su debut, de la mano del entonces ministro de Interior y Policía Franklyn Almeyda Rancier, en la sociedad dominicana, que terminó rechazando el uso de los alcoholímetros con la misma agresividad con que el sistema inmunológico del cuerpo humano rechaza la invasión de cualquier virus u organismo extraño. Y aunque de vez en cuando alguien pregunta, más por joder que por auténtico interés en determinar el paradero de los “alcoholímetros de Franklyn”, la mayoría dábamos por cerrado ese capítulo, que bien puede resumirse como el sonoro fracaso de otro intento por poner orden y control en el caos que gobierna el tránsito en la República Dominicana. Pero podríamos estar equivocados. El general Juan Brown, director de la Autoridad Metropolitana del Transporte (AMET), acaba de anunciar que, como parte del operativo “Navidad por la Dominicanidad, los Valores y su Seguridad 2013-2014”, 125 de sus agentes montarán vigilancia armados con alcoholímetros en los alrededores de los centros de expendio de bebidas para determinar el nivel de consumo de los conductores y actuar en consecuencia. El director de la AMET no explicó, sin embargo, si se trata de los mismos alcoholímetros que trajo el doctor Almeyda Rancier en el 2007 (poco más de 1,200) y que nadie sabe a dónde fueron a parar o si se compraron 125 mas, y tampoco dejó claro si se utilizarán únicamente en el operativo navideño que empieza el lunes o si serán utilizados de manera permanente para controlar el consumo de alcohol, principal responsable de los accidentes de tránsito, que en este país son un problema de salud pública que requiere de atención urgente. Lo deseable, porque es lo que indica la lógica y el buen sentido, es que sean una herramienta de trabajo de los agentes de AMET todos los días del año y no solo en diciembre, pero tal vez estemos pidiendo demasiado.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas