Qué se dice

Qué se dice

Claudio Acosta

Duquesa otra vez.- El de Duquesa es el cuento de nunca acabar, bien sea porque fue cerrado de manera inconsulta por su administración, porque las vías de acceso están en pésimas condiciones o, simplemente, porque María estaba lavando y se le acabó el jabón. Las recurrentes crisis con el vertedero que comparten los cuatro ayuntamientos que integran la Mancomunidad del Gran Santo Domingo son el mas patente ejemplo del fracaso de sus respectivos alcaldes en el cumplimiento de la mas elemental de sus responsabilidades: la recogida de la basura. Y aunque se argumente que durante las fiestas navideñas, cuando se produce una cantidad extraordinaria de desperdicios, es “normal” que los ayutamientos se vean desbordados y calles y avenidas se inunden de basura, lo cierto es que se trata de otra excusa mas para justificar su injustificable ineficiencia. Si algún día decidimos levantar un monumento a la incompetencia de los alcaldes que ha sufrido la Mancomunidad, el vertedero de Duquesa sería, sin dudas, el lugar mas adecuado.

Lluvia de balas. No es la primera vez que ocurre, y tal y como están los niveles de violencia en este país probablemente tampoco sea la última. Solo por un milagro no estamos hoy lamentando una tragedia, luego de que un grupo de personas que amaneció bebiendo frente a un colmado en Villa Consuelo fue tiroteado desde una yipeta. Tan solo siete heridos dejó la balacera, a la que todavía no se le encuentra motivo o explicación, aunque es posible, como ya ha sucedido con hechos similares, que sea por venganza contra uno o varios de los que allí se encontraban, bien sea por rencillas personales o pleitos por asuntos de drogas. Sean cuales sean esas razones debe usted ser muy cuidadoso con el lugar que escoja para compartir, pues sin esperarlo, y sobre todo sin merecerlo, puede ser víctima de una lluvia de balas que le eche a perder, quien sabe si para siempre, la gozadera.

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