Tiempos violentos.- En los violentos tiempos que nos ha tocado vivir hay muchas formas de medir los índices de criminalidad, definitivamente alarmantes, que exhibe la sociedad dominicana, y una de ellas es a través de las noticias que publican cotidianamente los periódicos.
Ayer, por ejemplo, la Policía Nacional informó del apresamiento de un hombre al que ocupó una pistola, robada al combatiente constitucionalista Manuel Ramón Montes Arache, con la que se dio muerte a 13 personas, incluidos cuatro hombres ejecutados en Pedro Brand por sicarios al servicio del narcotráfico, además de haber sido utilizada en otros crímenes, robos y atracos según pudieron determinar los expertos en balística de la institución del orden.
Si a eso usted le suma la mujer de 42 años, apresada también por la Policía, que hirió a una madre y a su hija en un tiroteo con varios individuos que trataron de arrebatarle un punto de drogas que opera en el sector de Bella Vista, Santo Domingo Norte, no le quedaría más remedio que espantarse, y hasta es probable que llegue a considerar la posibilidad de irse del país con todo y familia en un desesperado intento de ponerlos a salvo de tanta violencia, pero la mayoría estamos atrapados y sin salida en esta sofocante insularidad.
Por eso ha caído tan mal la noticia, falsa o verdadera, de que los jefes de la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) sacaron a sus familias del país para protegerlas de las amenazas supuestamente recibidas de personeros de José David Figueroa Agosto, pues no puede haber burla mayor que esa a la indefensión que sentimos los ciudadanos frente a los avances de una criminalidad que las autoridades se muestran incapaces de contener.