De políticos y mala memoria.- Cierto es, como hemos podido comprobar tantas veces, que este es un pueblo con muy mala memoria, condición de la que se han aprovechado nuestros políticos, sobre todo los que hoy dicen una cosa y mañana otra muy distinta. Y tanto es lo que abusan de ese defecto, que terminan pasándose de contentos, como se dice en la calle, pues algunos lo confunden con estupidez, y si hay algo que también hemos demostrado es que el pueblo dominicano es olvidadizo, indolente, despreocupado, cherchoso y muchísimas cosas más, pero de ninguna manera tonto. La lucha por el 4% del PIB para la educación ha sido una de las jornadas cívicas más inspiradoras y exitosas de nuestra vida democrática, y quienes se involucraron en ella de manera directa o le dieron seguimiento a través de los medios de comunicación recuerdan perfectamente, porque eso fue “los otros días”, que el entonces presidente Leonel Fernández se opuso, de manera sistemática, a cumplir la ley que lo obligada a destinar esos recursos a la educación preuniversitaria, bajo el argumento de que no garantizaban, por sí mismos, una educación de calidad. Melanio Paredes, ministro de Educación durante su último gobierno, lo explicó de manera sencilla en una entrevista reciente; había otras prioridades. Y ahí mismo aclaró, para deslindar responsabilidades, que nunca dejó de incluir en el presupuesto de la institución el 4%, pero se lo tumbaban en el Consejo de Gobierno. Todo lo anterior porque el fin de semana me tropecé con un titular periodístico que decía “Fernández destaca aportes del 4% del PIB a la educación”, y bastaron los breves segundos que duró su lectura para convencerme de que el cinismo del expresidente no solo desafía nuestra mala memoria sino que insulta también nuestra inteligencia.