El conciliador.- Aunque desde fuera, desde la cómoda perspectiva de las graderías, parezca un ejercicio inútil del expresidente Leonel Fernández Reyna pretender negar la existencia de leonelistas y danilistas en el Partido de la Liberación Dominicana, una realidad que se expresó de manera particularmente notoria en el proceso en el que se escogió a los nuevos miembros del Comité Central, lo cierto es que las circunstancias imponían el discurso unitario y conciliador, capaz de restañar las heridas dejadas por la confrontación de fuerzas que, en esta ocasión, favoreció a los seguidores del presidente Danilo Medina Sánchez. “El proceso electoral ha terminado y a partir de hoy el PLD cierra filas y está como una familia unida, una familia disciplinada a sabiendas de que el adversario no está dentro de las filas del PLD sino que está fuera; el que siempre ha impedido el avance y el progreso de la República Dominicana”. Que sus palabras hayan conseguido el efecto deseado es algo que está por verse, mas que nada porque habrá que darle tiempo al tiempo, que según dicen todo lo cura, pero no hay dudas de que era su obligación, como presidente del PLD, preservar los principales valores del partido de gobierno: su unidad y disciplina internas, garantes de la permanencia en el poder al que tanto gusto le han cogido los peledeístas sin importar si se hacen llamar leonelistas o danilistas. En cuanto a la amenaza del doctor Fernández Reyna de que el PLD estará gobernando este país hasta el 2044, que no pocos han interpretado como la viva expresión de la vocación continuista del comesolismo, desde aquí solo puedo decir que me pareció un lance retórico inoportuno y de mal gusto, propio de un político a la defensiva que, en su afán por aparentar todo lo contrario, incurre en el error de sobreactuar.