El traspié de Margarita.- A pesar de la lluvia de críticas y cuestionamientos que ha recibido el proyecto de ley que crearía un Código de la Familia, que finalmente la obligaron a pedirle al Poder Ejecutivo que solicite al Congreso Nacional su devolución, la doctora Margarita Cedeño de Fernández afirma que todavía sigue creyendo que es urgente que las familias dominicanas cuenten con una ley que las proteja. Tal vez haya sido por culpa de esa urgencia que el proyecto de ley no fue sometido, como hubiera sido esperable, a un proceso de debate y discusión que involucrara a todos los sectores de la sociedad, teniendo como tiene tantos aspectos polémicos y controversiales. Desde la estigmatización y discriminación contra las personas por su orientación sexual que le atribuye Profamilia, a las incongruencias que le ha señalado el sacerdote Fray Santiago Bautista, quien se quejó de que el proyecto ponga tanto énfasis en la paternidad responsable y sin embargo apoye el matrimonio entre menores. Y ni hablar de lo mal que ha caído la creación de un Ministerio de la Familia que solo serviría para crear más empleos inútiles en el Estado, o la alarma que ha provocado en la población masculina la posibilidad de que las mujeres puedan declarar un hijo sin la presencia ni el consentimiento del padre. Ha sido, buenas intenciones aparte, un ruidoso traspié para la Vicepresidenta, quien por inexperiencia, mal asesoramiento o la “urgencia”, siempre tan mala consejera, por conseguir su aprobación, ha sido incapaz de ver que su proyecto de ley es tan inoportuno y desatinado que ha suscitado el rechazo, con igual intensidad, de liberales y conservadores, de mojigatos y libertinos, y eso es algo que la sociedad dominicana no ve todos los días.