El orden de los factores.- Dicen que el orden de los factores no altera el producto, siempre y cuando –agrego yo– no esté de por medio la política, incluido lo que se ve y lo que no se ve. Por eso ha causado revuelo el hecho de que el presidente Danilo Medina iniciara sus consultas al liderazgo político opositor sobre el proyecto de naturalización por Luis Abinader, excandidato vicepresidencial, pero también que dejara de último a Miguel Vargas Maldonado, tras previamente reunirse con su archienemigo, el expresidente Hipólito Mejía, ¿Por qué empezó por Abinader, se preguntan en los mentideros políticos, si no se le reconoce influencias en el Congreso Nacional? ¿Por qué se dejó de último a Vargas Maldonado, si su condición de presidente del principal partido de oposición (es un decir) y el control que tiene sobre un importante número de diputados sugieren que debió ser el primero en ser consultado? Las conjeturas abundan, y también la mala leche, pues gente acostumbrada agitar las aguas para pescar oportunidades está aprovechando la circunstancia para atizar las diferencias que mantienen dividido al PRD, que quisieran ver fragmentado en tres facciones irreconciliables. Pero conjeturas aparte, y mala leche también, hay que reconocer la posibilidad de que el orden en que se programaron las visitas haya sido fríamente calculado por el presidente Medina con el propósito de enviar un mensaje tanto a los consultados como al resto del país, sin olvidar que por ser la persona mejor informada del país está en capacidad de manejar información privilegiada. Aunque, a decir verdad, solo un ciego no vería la estrella ascendente, dentro del liderazgo nacional, de Luis Abinader, como han mostrado de manera consistente las encuestas. De todas maneras si usted es de los que piensa, como el presidente del PRD, que el orden en que se produjeron esas visitas fue puramente casual y que no hay nada de qué preocuparse no hay problema. Puede seguir durmiendo de ese lado.