Qué se dice

Qué se dice

Los discípulos de Chacumbele- Me imagino que todos aquellos que dentro y fuera del PRD le están echando leña al fuego que separa a su candidato presidencial, Hipólito Mejía, del presidente de esa organización, Miguel Vargas Maldonado, están sumamente   complacidos con todo el ruido que ha provocado  ese sobredimensionado escarceo, producto de una derrota mal digerida que ha encontrado terreno fértil en la inclinación de los perredeístas al canibalismo, a devorarse los unos a los otros.

¿Qué persiguen esos personajes con su bellaquería? Evidentemente que el debilitamiento de la candidatura  perredeísta, a la que la mas reciente encuesta Gallup-Hoy concede una amplia (pero no insuperable) ventaja sobre su contendiente del oficialista PLD, el licenciado  Danilo Medina. Cualquiera con dos dedos de frente entendería las razones de los peledeístas para atizar la división del PRD, pero mas difícil resulta entender  a los que dentro del partido del jacho prendío están convencidos de que otra derrota electoral es lo que mas les conviene, a pesar de que nunca como ahora, tras tantos años fuera del poder, se encuentran tan cerca de  volver a disfrutar de sus dulces mieles.

En política, como en la vida, nadie sabe finalmente para quien trabaja, una lección que uno pensó tendría suficientemente aprendida el ingeniero Vargas Maldonado luego del celebrado Pacto de las Corbatas Azules suscrito con el presidente Leonel Fernández. ¿Quién iba a decir que aquel momento de gloria, que lo colocó en los primeros planos de la vida nacional y catapultó su liderazgo, terminaría en una dolorosa derrota interna a manos de un resucitado al que tan solo meses antes nadie le concedía ninguna posibilidad? Es de lamentar que en un partido con tanta tradición democrática, por el que han pasado dos gigantes de la política dominicana como lo son el profesor Juan Bosch y el doctor José Francisco Peña Gómez, termine  imponiéndose la lógica absurda  de Chacumbele.

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