Auditorías. Según un comunicado de prensa divulgado ayer por la Cámara de Cuentas, del 2006 a la fecha el organismo ha enviado a la Procuraduría General de la República, a través de la Procuraduría Especializada para la Persecución de la Corrupcion, 67 auditorías para fines de investigación. El comunicado explica que esas auditorías fueron enviadas al Ministerio Público luego de determinarse la existencia de posibles indicios de responsabilidad penal, debido al incumplimiento e inobservancia de leyes, disposiciones y normativas relativas a la contabilidad pública. ¿Qué ha pasado con todas esas auditorías? Eso tal vez pueda responderlo el doctor Francisco Domínguez Brito o, en su defecto, quien hoy dirige la unidad especializada en la persecución de la corrupción, pero cualquier ciudadano que haya permanecido en el país los últimos diez años sabe perfectamente lo que no ha pasado con esas auditorías, pues no hay un solo funcionario corrupto preso en nuestras cárceles a pesar de que ni siquiera se han tomado la molestia de ocultar o disimular sus fortunas mal habidas.

Agradecimiento.- Tremendo susto el que pasó el juez de la Corte de Trabajo de Santiago, magistrado Domingo Gil, quien el pasado domingo de resurrección fue asaltado en su casa por dos individuos encapuchados, que lo maniataron y mantuvieron en cautiverio junto a su esposa, su hija de 22 años y su madre de 90. Tras mantenerlos durante mas de una hora amarrados, los encapuchados abandonaron la vivienda llevándose dinero en efectivo, prendas, celulares y computadoras, entre otras pertenencias. Y aunque al magistrado Domingo Gil –el segundo juez asaltado en Santiago– recibió una bofetada y un “maquinazo” que le propinó con una pistola uno de los asaltantes, en el fondo hay que agradecerles que no los mataran. Así de jodido está este país por culpa de la delincuencia.