Qué se dice

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Claudio Acosta.

¡Vueltas al globo!.- Tanta propaganda hizo el exprocurador Radhamés Jiménez Peña que a estas alturas pocos son los que ignoran que el sistema penitenciario dominicano ha sufrido cambios profundos desde que se inició la implementación del llamado “Nuevo Modelo Penitenciario”, gracias al cual se han mejorado de manera sustancial las condiciones de encierro de los reclusos, llamados eufemísticamente “internos”, pero es evidente que todavía falta demasiado por hacer. Como es evidente, también, que en las cárceles que todavía pertenecen al “viejo modelo” cualquier cosa puede suceder, producto del contubernio entre los presos y las autoridades penitenciarias. Un buen ejemplo de la forma en que opera ese contubernio es La Victoria, donde la Dirección General de Prisiones informó ayer sobre el decomiso de cuatro máquinas (verifones) para la venta de loterías, además de ordenar la paralización de los trabajos de construcción de ocho nuevas “celdas de privilegios” financiadas por los propios reclusos. Prisiones no explica en su información cómo ingresaron al penal de La Victoria las máquinas para la venta de loterías, previamente conectadas al servidor de un conocido consorcio de bancas, ni cuánto tiempo estuvieron funcionando, o si algunos de los reclusos (o sus custodios) se sacaron alguna vez el premio. Tampoco dice quién autorizó la construccion de las nuevas y confortables celdas, ni qué pasará con las autoridades de ese recinto que han estado trabajando, de manera tan estrecha, junto a los reclusos, para hacerles mas agradable y llevadera la vida en prisión. Pero no hay que descartar, porque así de relajado está el principio de autoridad en este país, que se reconozca su esfuerzo y espíritu solidario, y se les premie con un discreto traslado, como ya ocurrió con los reclusos que con sus acciones se apartaron “de la política de saneamiento del sistema penitenciario”, y en La Victoria no ha pasado absolutamente nada.

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