Hasta un guerrillero empedernido como el comandante Waldo Ariel Suero debería tener el suficiente sentido común para darse cuenta de que nadie dialoga ni negocia con un pie en el cuello, mucho menos un gobierno que no puede darse el lujo de sentar el precedente de que le tumbe el pulso un grupo de presión tan belicoso e irracional. Por lo tanto lo que procede, si en verdad el Colegio Médico Dominicano está más interesado en lograr que se cumplan las exigencias reivindicativas de sus miembros que en paralizar los hospitales públicos, es hacer una pausa en el desenfrenado luchismo que solo está castigando a los más pobres, y aprovechar la primera oportunidad que se le presente para deponer las armas y permitir que el sistema público de salud recobre su normalidad. Como por ejemplo las declaraciones de la Ministra de Salud, la doctora Altagracia Guzmán Marcelino, quien ayer dejó bien claro que no va a sentarse en la mesa del diálogo con el presidente del CMD si los médicos no desisten del paro de 72 horas anunciado para la próxima semana, y que además se comprometan a no hacer una huelga más este año. La respuesta de Waldo Ariel es típica de un roscaizquierda sin remedio ni prigilio: el gremio estaría dispuesto a desistir de ese paro si la Ministra de Salud convoca al diálogo de manera sincera. ¡Problema resuelto! Ahora solo falta que el comandante Waldo Ariel, o alguno de sus leales lugartenientes, consiga el “Sincerómetro molecular” con el que vamos a medir los niveles de sinceridad en las palabras de la Ministra de Salud. ¡Cuántas ganas de joder!