Recordatorio.- Al momento de analizar los orígenes, causas y consecuencias de la   violencia criminal que mantiene en jaque a ciudadanos y autoridades es importante recordar la participación que tienen, en esa violenta escalada,  miembros de nuestras Fuerzas Armadas y Policía Nacional, uno de los aspectos mas preocupantes del grave problema de seguridad pública al que nos enfrentamos. ¿Cómo combatir con eficacia a delincuentes y criminales si quienes deben perseguirlos son, con alarmante frecuencia, sus socios, sus cómplices y hasta sus jefes? Cada vez que se toca este delicado tema se habla de la necesidad de hacer una profunda depuración de nuestros cuerpos armados, de llevar a niveles dignos el sueldo  de miseria que ganan nuestros policías, o de capacitarlos  técnica y profesionalmente a fin de  mejorar su desempeño y capacidades pero la cosa no pasa de las promesas, las buenas intenciones o la demagogia barata, mientras los periódicos  continúan trayéndonos noticias sobre la participación de guardias y policías en todo tipo de delitos. Por suerte, quienes hoy van a participar en el panel a celebrarse   en Santiago, en el que se debatirá   el problema de la violencia criminal que golpea por igual a esa ciudad como al resto del país no ignoran esa situación, además de que contarán con la presencia del  presidente  Leonel Fernández, a quien podrían convencer, en esta etapa de su gobierno en la que  se muestra tan complaciente y relajado, de que tome acciones de carácter inmediato para atacar  ese aspecto en particular del problema. Tan urgente es devolverle a la ciudadanía la confianza en las autoridades que deben protegerla de los desmanes de criminales y delincuentes como encontrar la manera de mantenerlos  a raya o tras las rejas.