Para un gobierno que se muestra tan autosuficiente no es fácil acoger sugerencias y recomendaciones de una oposición que no se ha caracterizado, precisamente, por ser propositiva, una carencia que, dicho sea de pasada, tiene todavía tiempo de subsanar. Pero conocida y aceptada la dura y triste realidad de que los feminicidios se han convertido, en este fallido paraíso tropical, en una pandemia fuera de control, vale la pena que ponga su atención al estudio preliminar sobre los feminicidios realizado por la firma Giuliani Partners por cuenta del excandidato presidencial del PRM, Luis Abinader, quien lo puso a disposición del Gobierno. También vale la pena socializar, como se dice ahora, algunos de sus hallazgos, como lo es la desconexión que observó entre la Policía, el Ministerio Público y la Justicia en las acciones que ejecutan para prevenir y enfrentar la violencia intrafamiliar y los feminicidos. El estudio evaluó, igualmente, la nueva aplicación puesta en servicio por la Policía para que los ciudadanos puedan denunciar delitos, incluido un botón de pánico para los casos de feminicidios, que elogió y valoró, pero subrayó que todavía falta resolver aspectos básicos como que la “Policía sepa ser Policía”. Y recordó, por si lo habíamos olvidado, que a los policías dominicanos no les pagan bien, que a veces no tienen gasolina ni para llegar a la escena del crimen, ni chaleco antibalas, ni están entrenados para lidiar con violencia doméstica. En fin, la misma Policía que conocemos y padecemos, pero como no tenemos otra con esa es que tenemos que salir adelante. Ojalá que las sugerencias y observaciones de ese estudio, que al decir de Abinader solo tiene el propósito de aportar soluciones al problema de los feminicidios, no ofendan ni lastimen la sensible epidermis de algunos sectores del gobierno, pues podrían ser muy útiles para combatir con mayor eficacia la pandemia que nos avergüenza ante el mundo.