-”La posición de peledeístas dignos hubiese sido que ante semejantes acusaciones y cuestionamientos, ambos voluntariamente se hubiesen apartado de los cargos que ostentan y evitasen mayor bochorno a nuestro partido y al legado de nuestro fundador Juan Bosch”. A estas alturas ya no es necesario que les diga a quiénes se refiere la Vicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, pues la petición del doctor Francisco Domínguez Brito de que el Comité Político destituya de sus cargos a Víctor Díaz Rúa y al senador Félix Bautista es la comidilla dentro y fuera del PLD. Y si aceptamos como buena y válida la opinión de la doctora Cedeño habría que concluir que el único acusado de corrupción que se ha comportado a la altura, como un peledeísta digno que quiso evitarle el bochorno a su partido y al legado del profesor Juan Bosch, fue Temístocles Montás, quien pidió al Comité Político que lo suspendiera temporalmente hasta que pudiera probar su inocencia ante la justicia. La posición frente a la corrupción y los corruptos expuesta por la Vicepresidenta, quien dice ser partidaria de que el tema sea discutido en el Comité Político, al igual que el comportamiento de Temístocles Montás desde que se enteró de las acusaciones su contra, contrastan con las posiciones de legisladores y dirigentes del partido oficial que han opinado sobre la solicitud de Domínguez Brito, y ni hablar de los propios acusados, que dicen estar de lo mas quitados de bulla. Si se fija usted bien, querido lector, se dará cuenta de que los “peledeístas dignos”, los que expresan con sus palabras o sus acciones su preocupación por el daño que causa la corrupción al PLD y sus posibilidades de mantenerse en el poder, están en minoría. Y no tengo que decirles, a estas alturas, lo que eso significa.