Banda de reclusos.- Cuando uno lee o escucha que una banda, integrada por tres reclusos condenados a 30 años, se dedicaba desde la cárcel a estafar a personas a través de llamadas telefónicas y el auxilio de una eficiente red de cómplices que operaba en las calles tiene que preguntarse, necesariamente, qué particulares condiciones de encierro hicieron posible que esos reclusos pudieran dedicarse, con tanto éxito, a esas actividades. Esperemos que la gente de la Dirección Nacional de Prisiones, a la que se ve tan ajetreada bregando con el tan elogiado nuevo modelo penitenciario, tenga a mano una explicación convincente.
SOS de Hogares Crea.- Mientras las autoridades antinarcóticas asestan severos y contundentes golpes al narcotráfico, poniendo al desnudo –de paso– la magnitud de la ilegal actividad, Leopoldo Díaz, presidente de Hogares Crea, se desgañita intentando hacerse escuchar, que las autoridades que diseñan y dirigen las políticas antidrogas en el país comprendan que la lucha contra el flagelo no solo se libra en las calles, en el terreno de los narcotraficantes, sino que hay que atender también a las víctimas que va dejando en el camino, a los que han quedado atrapados en sus engañosas redes, como el caso de los 1,900 enfermos que en lo que va de año han solicitado su ingreso a la institución, que ha tenido que conformarse, ante la falta de recursos para su internamiento, con ofrecerles tan solo atención ambulatoria.
Hogar Crea ha ofrecido rehabilitación a 25 mil adictos en sus casi 35 años de existencia, un logro del que sus directivos pueden sobradamente enorgullecerse, pero nunca como ahora ha necesitado del auxilio y el apoyo del gobierno, pues desde los años 70 para acá la influencia de las drogas en la sociedad dominicana no ha parado de crecer y multiplicarse hasta convertirse en la hidra de siete cabezas que nos está robando, literalmente, el futuro.